El presidente de EE UU, Barack Obama, y el de Rusia, Dmitri Medvédev, se encuentran reunidos en Praga para firmar el tratado de desarme nuclear Nuevo START, que permitirá la eliminación de un 30% de los arsenales atómicos de ambos países, y puede cimentar unas relaciones bilaterales más sólidas entre las dos potencias.
Obama también pretende que el acuerdo, que sustituye el firmado en 1991 por Mijaíl Gorbachov y George Bush, contribuya a frenar la proliferación nuclear. Así, la imposición de sanciones más duras contra Irán será uno de los temas principales que se tratarán durante la reunión entre ambos dirigentes, que mantienen antes de la firma, según confirmaron altos cargos de la Casa Blanca a los periodistas que acompañaron a Obama en el avión presidencial.
También tratarán la situación de Kirguizistán, donde manifestantes de la oposición y fuerzas de seguridad protagonizaron ayer violentos enfrentamientos en varias zonas del país, que obligaron al presidente Kurmanbek Bakíev a abandonar la capital. Tanto EE UU como Rusia tienen bases militares en la ex república soviética.
La firma del Nuevo START es un paso más en la lucha contra la proliferación, una de las piedras angulares de la política exterior estadounidense, según anunció Obama en su discurso en la capital checa de hace un año.
El martes, la Casa Blanca presentó una nueva estrategia nuclear que compromete a EE UU a no hacer uso de sus armas atómicas contra países que respeten el Tratado de No Proliferación (TNP), incluso -bajo ciertas circunstancias- si esos países atacaran con armas químicas o biológicas a Estados Unidos.
La reunión se produce cuatro días antes de que Obama acoja en Washington una cumbre sobre seguridad nuclear en la que participarán 47 países, y en la que EE UU quiere que se adopten medidas concretas para garantizar la seguridad de todos los materiales nucleares en el mundo en el plazo de cuatro años.
Fuente: Diario El País de España
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