Son el general Luis Herlindo Mendieta Ovalle, el coronel Enrique Murillo y el sargento Areby Delago Argote. Mendieta, el líder de los 120 que defendieron Mitú
El general Luis Herlindo Mendieta era tal vez el secuestrado de las Farc que menos chance tenía de ser entregado por ese grupo.
Era el oficial de más alto rango en cautiverio y por eso su rescate se convirtió en el mejor regalo que podían recibir él y su familia, justo el día de su cumpleaños 53.
El entonces coronel comandó el 1 de noviembre de 1998 a 120 policías que resistieron a casi 2 mil guerrilleros durante la toma de Mitú (Vaupés). "Los amo, los amo y oren por mí y los muchachos", dijo Mendieta a su familia en una llamada antes de que las Farc se lo llevaran por el río.
Desde entonces, la familia, que es oriunda de Tinjacá (Boyacá), recibió 6 pruebas de supervivencia. La más dramática llegó el 10 de enero del 2008. Eran varias cartas, entregadas por la liberada Consuelo González. Mendieta escribió que padecía de una terrible enfermedad que limitó el movimiento de las extremidades, al punto que un día ya no pudo caminar.
"Me tocaba arrastrarme por el barro para hacer mis necesidades, únicamente con la ayuda de mis brazos, porque no podía levantarme", dijo el oficial, que el año pasado ascendió a general.
Mendieta, padre de Jenny y de José Luis, padeció dos veces de paludismo. Sin embargo, no eran las dolencias su mayor carga:
"No es el dolor físico el que me detiene, ni las cadenas en mi cuello lo que me atormenta, sino la agonía mental, la maldad del malo y la indiferencia del bueno".
Hoy, después de tanto dolor y espera, hay buenas noticias. Con su esposa, María Teresa, y sus hijos, lo esperan sus papás, Alfredo y María Águeda, y ocho hermanos.
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