La semana pasada entró en vigor la la SB 1070, la ley más severa en contra de los indocumentados en Estados Unidos y aunque la juez federal Susan Bolton, bloqueó las cláusulas más polémicas, las consecuencias para republicanos y demócratas, incluido el mismo presidente Barack Obama, son innegables, especialmente en un año donde se renovarán los 435 escaños de la Cámara de representantes, la tercera parte del Senado y las gobernaciones de estados tan importantes como California, Texas, Florida, Nuevo México y Arizona.
La historia reciente del tema inmigratorio arrancó cuando el presidente Obama prometió, cuando era candidato, una reforma integral en su primer año en la Casa Blanca, que contribuiría a solucionar la situación de unos 11 millones de indocumentados.
Esa promesa electoral le brindó un masivo apoyo del voto hispano que, en términos generales, siempre ha sentido al partido demócrata más sensible a los problemas de su comunidad.
Sin embargo, 19 meses después de posesionado la reforma no sólo no ha llegado, sino que las deportaciones de indocumentados han aumentado. Por ende, la popularidad del presidente entre los hispanos ha disminuido estrepitosamente, pues no le perdonan que teniendo su partido la mayoría en ambas cámaras, no haya puesto sobre el tapete el tema inmigratorio aún.
Esta situación terminó por convertirse en caldo de cultivo para que los republicanos, especialmente los de extrema derecha, propusieran proyectos de ley en contra de los indocumentados, aduciendo la incapacidad del gobierno federal para controlarlos.
Aunque el primer estado en aprobar una ley tan severa fue Arizona, no es el único en estar en esa línea. Según la Conferencia Nacional de Legislaturas estatales (NCSC por sus siglas en inglés) en los tres primeros meses de este año, legisladores de 45 estados introdujeron mas de mil iniciativas para atacar la inmigración ilegal, una cifra nunca antes vista.
¿Qué hay detrás de la SB 1070?
Arizona dio el primer paso por ser uno de los estados fronterizos con México, su capital Phoenix está a solo tres horas de la frontera, por donde se calcula que entra el 50 por ciento del total de los indocumentados que ingresan a Estados Unidos. Además, Arizona tiene dos prominentes figuras republicanas que quieren reelegirse en sus cargos el próximo noviembre, la gobernadora Jan Brewer y el senador federal y ex candidato presidencial John McCain, quienes han hecho del tema inmigratorio su bandera electoral.
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