Rousseff y Serra, más agresivos en la recta final

En la desesperada búsqueda de votos frente al ballottage del domingo, los candidatos presidenciales en Brasil, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, aumentaron ayer los ataques y, en medio de un agitado recorrido por distintos puntos del país, acentuaron el tono populista para convencer al electorado.

El espíritu aguerrido de esta recta final lo marcó el penúltimo debate televisivo, anteanoche, en el que Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), no se privó de acusar a su rival del Partido de los Trabajadores (PT) de mentirosa, corrupta y de tener un doble discurso.

"Dilma es una profesional en el arte de la mentira", afirmó el ex gobernador de San Pablo, durante el tenso encuentro que transmitió la cadena Record, en el que el único punto sobre el que estuvieron de acuerdo fue en dar continuidad a los exitosos programas sociales del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Serra destacó que sólo se ha realizado una mínima parte del principal plan de obras de infraestructura lanzado cuando Rousseff era jefa de gabinete de Lula, el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), a pesar de que ella lo presenta como un gran logro de su gestión. Y enseguida arremetió con las denuncias de corrupción que pesan sobre Erenice Guerra, ex colaboradora de Rousseff y quien la sucedió a cargo de la jefatura de gabinete hasta que tuvo que renunciar el mes pasado por la presión de los medios.

"Su mano derecha es una mujer que construyó una enorme red de corrupción y actualmente está bajo investigación por eso -dijo Serra-. Tengo 40 años de servicio público y nunca he tenido un escándalo entre quienes me rodean."

Sin embargo, Rousseff le recordó que un ex recaudador de su campaña, Paulo Vieira de Souza, está acusado de haberse fugado con casi dos millones de dólares. Y buscando dejar de lado el tema de la corrupción, atacó a Serra al sostener que el candidato opositor quiere privatizar la explotación de las enormes reservas de petróleo recientemente descubiertas frente a las costas del sudeste del país. "Tenemos un billete de lotería ganador en la mano y se lo vamos a dar al pueblo brasileño, no a las empresas extranjeras, con la nueva legislación de división de ganancias, no de concesiones", apuntó refiriéndose al esquema diseñado desde la estatal Petrobras.

Rousseff, que según la última encuesta de Vox Populi tiene el 49% de las intenciones de voto frente al 38% de Serra, logró mantenerse fuera de los temas polémicos del aborto y el casamiento gay, que debilitaron su candidatura en la primera vuelta electoral.

Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires