Su ex aliado Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados, le dio un virtual ultimátum; exigió su renuncia o dejará el gobierno. La pelea a muerte entre Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini entró ayer en su fase más sangrienta. En una movida que puso contra las cuerdas al premier, envuelto en un nuevo escándalo sexual, su ex aliado Fini, que criticó sus comportamientos y la inacción de su gobierno, lo llamó a renunciar por el bien del país.
"Berlusconi tiene que mostrar coraje político y dimitir. Si no dimite, nosotros dejaremos el gobierno", advirtió el actual presidente de la Cámara de Diputados, en un ultimátum que abre las puertas a una crisis que podría desembocar en un gobierno técnico o de emergencia, o incluso en elecciones anticipadas.
Fini pateó el tablero al hablar en una multitudinaria asamblea que tuvo lugar en Perugia, en la que oficializó el nacimiento de su nuevo partido, Futuro y Libertad (FyL). Al contar con 37 diputados, tiene en sus manos la llave de esta legislatura: puede hacer caer en cualquier momento al Cavaliere , que ya no tiene mayoría para sobrevivir en el Parlamento.
Como en Italia rige un sistema parlamentario, los gobiernos nacen y mueren en el Parlamento. Lo que ayer dejó en claro Fini es que si no hay un cambio drástico en la agenda del gobierno él ya no lo apoyará. Y el barco se hundirá.
Berlusconi, sin embargo, enseguida hizo saber que no piensa renunciar. "Si Fini quiere una crisis, debe tener el coraje de ir al Parlamento y votar una moción de confianza", respondió el premier, de 74 años.
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