El conflicto entre las dos Coreas se asemeja a una partida de ajedrez en la que un lado siempre está buscando el jaque, con movidas agresivas y desconcertantes, que fuerzan al otro a pensar detenidamente sobre la estrategia de su contrincante y sopesar su respuesta, en un juego que aparentemente termina en tablas: no tiene ganador.
Los disparos de artillería de Corea del Norte contra una pequeña isla limítrofe de Corea del Sur no son un hecho aislado. Se trata del último incidente entre dos países que se encuentran entre un perpetuo estado de guerra y tregua desde hace más de 50 años.
La frontera de Corea del Norte es una de las más militarizadas del mundo.
En marzo pasado, un buque de guerra surcoreano que patrullaba aguas disputadas se hundió tras una explosión que, según las conclusiones de una investigación internacional, señalaban contundentemente a Corea del Norte como responsable.
El estallido armado en la isla de Yeonpyeong es, sin embargo, el acto hostil más grave desde la firma del armisticio en 1953 y resalta la volatilidad de las relaciones entre Norte y Sur y la amenaza que representaría para la paz mundial que se desestabilice esta sensible región.
Mensaje oculto
El hecho sucede en el marco de ejercicios militares que el ejército de Corea del Sur realiza cada año en preparación de un posible ataque del Norte.
También viene acompañado de la reciente revelación de un extenso centro de enriquecimiento de uranio en Corea del Norte que motivó a Estados Unidos a congelar las conversaciones multipartitas sobre el desarme nuclear de ese país.
El incidente en la isla de Yeonpeong es el más grave en los últimos 50 años. La reciente acción del gobierno de Pyongyang va más allá de ser una medida disuasiva contra Seúl o de defender sus intereses vitales, comenta el corresponsal diplomático de la BBC, Jonathan Marcus. Se trata de una amplia demostración de poder de Corea del Norte hacia el mundo exterior y un mensaje de que se está llevando a cabo algún tipo de transición en la cúpula norcoreana, afirma Marcus. Qué es exactamente lo que está sucediendo en el interior de ese país es muy difícil de saber. El mecanismo interno del gobierno de Pyongyang es casi imposible de descifrar, explica nuestro corresponsal.
No obstante, hay fuertes señales de que el líder Kim Jong-il ha designado a su hijo Kim Jong-un como su sucesor, lo que inicia un período incierto e impredecible que se manifiesta precisamente con los incidentes militares como los de este martes.
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