Persiste el desacuerdo sobre el texto final que firmarán los jefes de Estado; acaloradas disputas sobre comercio y política cambiaria. En medio de fuertes acusaciones cruzadas, el Grupo de los 20 (G-20) comienza hoy lo que seguramente será la cumbre más tensa de los últimos años, por los desacuerdos entre los países sobre la política cambiaria y las desigualdades en el intercambio comercial mundial.
Según los analistas, el resultado del encuentro será fundamental para encauzar una economía mundial que, dos años después de la quiebra de Lehman Brothers, continúa afectada por una enorme incertidumbre.
Las discrepancias entre los países quedaron en evidencia ayer en las acaloradas deliberaciones previas al inicio de la cumbre, mientras los mandatarios de las 20 principales economías del mundo llegaban a Seúl para el encuentro de dos días.
"El debate fue tan acalorado [...]que tuve que dejar la puerta abierta para que se enfriara el ambiente", dijo ayer a la prensa uno de los voceros de la cumbre, Kim Yoon-kyung, en referencia a uno de los encuentros de los negociadores.
"Era una sala pequeña y había como 50 o 60 personas, pero todos estaban acalorados, y alguno incluso alzaba la voz. Cada país tiene su posición y por el momento no quieren ceder", reveló el vocero.
Los negociadores trabajaban anoche contra reloj para consensuar el comunicado final que suscribirán los jefes de Estado y de gobierno mañana. Sin embargo, persistía la falta de acuerdo sobre temas como la "guerra de divisas", la expansión monetaria de Estados Unidos y la brecha que existe entre los superávits de los países emergentes y los déficit comerciales de los desarrollados. Todo esto ha obligado a dejar "espacios en blanco" en el borrador del comunicado final de la cumbre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario