La ofensiva internacional sobre Libia ha continuado esta madrugada, por quinto día consecutivo, pero no parece suficiente para frenar a las tropas de Muamar Gadafi que han aprovechado la oscuridad de la noche para reposicionarse en Misrata, la tercera ciudad del país, después de que el miércoles un ataque aéreo de los aliados les obligara a detener su asedio a esta población. Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli, vive una situación gravísima, con falta de luz y de agua, escasez de alimentos y los hospitales desbordados. Uno de estos hospitales ha sido precisamente blanco de los bombardeos del Ejército libio, según han informado los rebeldes, vecinos y un médico del hospital.
"Las fuerzas de Gadagi bombardean el principal hospital de Misrata", ha asegurado un vecino. "La situación es muy grave. Los carros de combate están atacando el hospital y las casas", ha añadido un portavoz de la insurgencia. El viceministro de Exteriores del régimen, Khaled Kaaim, ha negado cualquier operación militar en Misrata y ha insistido en que las tropas de Gadafi respetan el alto el fuego.
El bombardeo aliado tampoco ha disuadido a los francotiradores de Gadafi apostados en la ciudad, que han seguido disparando indiscriminadamente contra la población, según los ciudadanos. Un portavoz rebelde ha cifrado en 16 las víctimas de estos francotiradores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario