57 millones de litros de agua radiactiva se acumulan en la central de Fukushima a los que cada día se suman cientos de litros que los trabajadores de la planta vierten sobre los reactores en su intento por enfriar su núcleos.
Pero, ¿qué se puede hacer con ellos? Después de que los técnicos lograran este miércoles cerrar la fuga por la que se estaban filtrando litros de este agua al mar, el problema que se plantea ahora en Fukushima es dónde van a ir parar los que se siguen acumulando.
Según publica el diario 'Los Angeles Times', el agua que se utiliza para tratar de enfriar los reactores y las peligrosas barras de combustible se está filtrando a través de fisuras dentro de la planta, a través de túneles y pasadizos de los niveles más bajos, donde se está acumulando un mar de residuos letales.
El problema: nadie sabe qué hacer con ellos. "No hay ningún precedente similar a esto que pueda ayudar a buscar una solución", asegura al diario Robert Álvarez, ex secretario adjunto del Departamento de Energía de EEUU.
El alto nivel de sustancias radiactivas en el agua tendrá que ser almacenado de forma segura, procesadas y solidificadas. Un trabajo que los expertos afirman que casi seguro se tendrá que realizar en un complejo especialmente diseñado para ello. Además, el proceso de limpiar el agua podría tardar muchos años, incluso décadas y el coste podría llegar a las decenas de miles de millones de dólares.
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