D’Elía dijo que se sintió un “kelper”. La diputada Vázquez se mostró “defraudada” con Zannini. Y los sindicalistas le apuntaron Cristina. La mayoría coincide en cuestionar los lugares para La Cámpora.
El cierre de las listas ya es pasado, pero el tornado que dejó la elección de los nombres finales parece recién empezar a soplar. bres finales parece recién empezar a soplar. Al enojo de los intendentes, que ya amenazan por lo bajo jugar en las dos veredas, se sumaron los heridos propios que levantan la voz, exigen “respeto” y hablan de “destrato”. Legisladores, piqueteros, sindicalistas y gobernadores, todos integrantes de una lista de afectados por la onda expansiva.
Como contrapeso, aparece la nueva elite electoral que genera los recelos: La Cámpora. Si el Gobierno nacional logra una buena elección en octubre, el nuevo Congreso tendrá ocho diputados nacionales con el sello de la militancia de la juventud K . Los jóvenes reemplazaron a viejos nombres conocidos.
Trayectoria por una presunta mayor lealtad , eso es lo que aseguran los hombres del Frente para la Victoria a la hora definir la elección de nombres. Recorrido político por una nueva camada. En las listas se ejemplificó algo que ya estaba quedando en evidencia en las principales candidaturas: Cristina-Boudou y Filmus-Tomada. El kirchnerismo se cerró en sí mismo y no dejó lugar para extraños.
¿Llegó a las listas la famosa profundización del modelo? Eso se preguntan los aliados e históricos que quedaron lejos.
A paso de vencedores, como le gusta decir a él, Julio Piumato se quedó afuera.
No tardó en mostrar su enojo . “Cristina no tuvo en cuenta al movimiento obrero para defender el modelo”, sentenció ayer luego de quedar afuera de la lista para diputados nacionales por la ciudad de Buenos Aires. El secretario general del Sindicato de Peones de Taxi, Omar Viviani, también levantó la voz. Son dos hombres muy cercanos al líder de la CGT, Hugo Moyano.
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