PERU: Los retos de un Gabinete plural y de centro

Los primeros anuncios sobre la formación del Gabinete Ministerial del nuevo gobierno han sido bien recibidos por la ciudadanía y los agentes económicos. En general, demuestran una voluntad de apertura y concertación, así como de moverse al centro político –conforme se prometió en la segunda vuelta–, a pesar de las resistencias de sectores de la izquierda radical que integran Gana Perú.

La designación de Salomón Lerner Ghitis como jefe del primer Consejo de Ministros es comprensible, pues se trata de una persona de absoluta confianza del presidente Ollanta Humala; lo acompaña desde hace varios años y ha sido su jefe de campaña. 

Luego, el nombramiento del ex viceministro de Hacienda Luis Miguel Castilla y antes la ratificación de Julio Velarde en el BCR, han dado señales positivas al mercado respecto de la continuidad de un modelo de economía social de mercado que, si bien demanda ajustes para hacerlo más inclusivo y redistributivo, ha posibilitado un crecimiento económico sostenido de 6% promedio en los últimos años y ha colocado al Perú en una expectante posición en el concierto internacional.

Eso es precisamente lo que ponía en riesgo el plan inicial “La gran transformación”, de corte estatista e intervencionista, que se presentó en la primera vuelta y debe quedar definitivamente archivado, que sería lo coherente y sensato. El triunfo de Humala en segunda vuelta se debe al apoyo de Perú Posible y también a la modificación de su plan de gobierno, que decantó en la hoja de ruta, de orientación más centrista, respetuosa de la competencia, la propiedad y las libertades democráticas.

En cuanto a Lerner, más allá de su variada trayectoria política en varios gobiernos, que se remonta a los comienzos del velasquismo, son reconocidas sus calidades de tecnócrata y empresario exitoso, creyente de la economía social de mercado y, sobre todo, de gran capacidad concertadora y dialogante. Del otro lado, sin embargo, debe superar severos problemas de imagen pública y de comunicación mediática, exigencias primarias de su nuevo cargo, sobre todo a la hora de explicar su plan de gobierno y afrontar los conflictos sociales pendientes. 

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