La euforia ha estallado entre los rebeldes que han conseguido entrar y tomar el control del palacio presidencial de Muamar el Gadafi, Bab al Aziziya. Según los reporteros de Reuters que están en el lugar, los opositores al régimen libio han entrado esta tarde en el cuartel general de líder, en Trípoli, y se les ha visto disparar tiros al aire a modo de celebración tras saquear una armería del recinto y llevarse fusiles nuevos. La agencia de información también ha contado que, según el Pentágono, la mayor parte de la capital está controlada por los rebeldes. Según los reporteros, inicialmente las fuerzas de Gadafi habían tratado de defenderse pero ahora ya no ofrecen resistencia. Mientras se celebra una nueva batalla que parece ser más definitiva conforme pasan los minutos, la principal incógnita se centra en el paradero del dirigente libio, todavía desconocido. Los rebeldes han empezado a buscarlo por cada una de las habitaciones de Bab al Aziziya, pero sin éxito.
El ritmo trepidante de los acontecimientos bélicos y las deserciones de relevantes figuras de su camarilla colocan a Gadafi en un lugar indeterminado, pero todavía en Libia, según ha asegurado EE UU. Aunque sus militares continúan combatiendo contra unos insurgentes crecidos por la súbita conquista de la capital, el régimen se desmorona irremediablemente.
Saif al Islam también ha asegurado que su padre se encuentra en Trípoli y que está bien. El hijo del líder libio, al que ayer dieron durante horas por capturado, ha asegurado también que las fuerzas gubernamentales continúan controlando la mayoría de la capital. Sin embargo, los rebeldes informaron ayer que dominaban toda Trípoli, a excepción de Bab al Aziziya. "Esta es una guerra de tecnología y electrónica para provocar caos y terror en Libia", ha dicho en alusión al mensaje que supuestamente recibieron ayer en sus móviles los partidarios de los rebeldes, anunciando la victoria sobre Trípoli y la caída del régimen.
Mientras, continúan los enfrentamientos en la calles de la capital entre los rebeldes y los leales al coronel Muamar el Gadafi. Los opsitores al régimen también se han hecho con el control de la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia, y han obligado a las fuerzas gubernamentales a replegarse en dirección a Sirte, la localidad natal del mandatario libio, según ha informado un portavoz de los sublevados. Los combates se producen un día después de que el hijo del dictador, Saif al Islam, apareciera ante los periodistas extranjeros desmintiendo la noticia de su detención.
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