Este viernes, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, presentará a las Naciones Unidas una solicitud para convertir su territorio en un miembro de pleno derecho de la entidad. El anuncio monopoliza desde ya las deliberaciones de la tradicional asamblea anual de la ONU en Nueva York.
El camino de los palestinos hacia el reconocimiento de su condición de Estado lo han marcado el desarraigo, el terrorismo y la pobreza. Sus precarias condiciones socioeconómicas, así como la oposición a los asentamientos israelíes en tierras que consideran suyas han alimentado un largo y cruento conflicto, que supera las seis décadas.
Por el lado de Israel, el uso de los actos terroristas por parte de fracciones palestinas y el rechazo a reconocer el gobierno de Jerusalén mantienen al flanco derecho de su dirigencia reacio a ceder parte del territorio.
A pesar de que los gobiernos de Ramala y de Israel coinciden en la fórmula final de dos Estados, la hoja de ruta para llegar a esa meta hoy no es clara. A lo anterior se añade el evidente fracaso de los intentos de Estados Unidos para reanimar los diálogos bilaterales.
Precisamente, el estancamiento de las negociaciones directas entre las dos partes es el principal argumento de la Autoridad Palestina para apostarle a la membresía plena. En vez de seguir la ruta asegurada de la asamblea general, donde la mayoría podría otorgarles el estatus de 'observador', los líderes de Fatah se decidieron por la opción más difícil en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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El camino de los palestinos hacia el reconocimiento de su condición de Estado lo han marcado el desarraigo, el terrorismo y la pobreza. Sus precarias condiciones socioeconómicas, así como la oposición a los asentamientos israelíes en tierras que consideran suyas han alimentado un largo y cruento conflicto, que supera las seis décadas.
Por el lado de Israel, el uso de los actos terroristas por parte de fracciones palestinas y el rechazo a reconocer el gobierno de Jerusalén mantienen al flanco derecho de su dirigencia reacio a ceder parte del territorio.
A pesar de que los gobiernos de Ramala y de Israel coinciden en la fórmula final de dos Estados, la hoja de ruta para llegar a esa meta hoy no es clara. A lo anterior se añade el evidente fracaso de los intentos de Estados Unidos para reanimar los diálogos bilaterales.
Precisamente, el estancamiento de las negociaciones directas entre las dos partes es el principal argumento de la Autoridad Palestina para apostarle a la membresía plena. En vez de seguir la ruta asegurada de la asamblea general, donde la mayoría podría otorgarles el estatus de 'observador', los líderes de Fatah se decidieron por la opción más difícil en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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