A pesar de los constantes llamados durante la campaña al corte de boleta, la oposición no consiguió hacerse fuerte en Diputados y el aplastante triunfo del kirchnerismo impactó también las listas de legisladores. El oficialismo se transformaba anoche en la primera minoría tras ganar 31 bancas y llegar a los 118 escaños. Sumando a los potenciales aliados, que serían al menos 17, superaba ampliamente el quórum de 129 y recuperaba el control del Congreso, que había perdido en los comicios legislativos de 2009.
Ya hubo guiños y acercamientos desde diversos sectores del PJ que contribuirían para que el bloque k pueda alcanzar los votos necesarios para iniciar cualquier sesión ordinaria del cuerpo e impulsar proyectos clave. Entre los aliados, el oficialismo contaría con 7 legisladores del Frente Cívico por Santiago del Estero, 5 de Nuevo Encuentro Popular y Solidario bonaerense, 3 del Movimiento Popular Neuquino, el salteño Walter Wayar y la riojana Griselda Herrera, afín a Carlos Menem.
De esta manera, el Frente para la Victoria obtendría un total de 82 bancas, que se suman a los 36 diputados que tienen mandato hasta 2013. El propio Agustín Rossi admitió que, con ese número, el FpV buscará recuperar a partir del 10 de diciembre las presidencias y las mayorías numéricas en las principales comisiones parlamentarias de la Cámara baja, que actualmente están en manos de la oposición.
La gran incógnita será cómo se reacomoda el Peronismo Federal, que quedó desmembrado tras la renuncia de Felipe Solá, quien decidió formar un bloque propio de al menos tres diputados cercanos al oficialismo. Ese espacio, que cuenta con 27 legisladores, quedaría disperso en 12 duhaldistas, 10 alineados a los hermanos Rodríguez Saá y 5 encabezados por Francisco De Narváez.
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