El Ejecutivo espera una pronta investigación de los hechos de Yucumo. El ministro Carlos Romero señaló que el operativo está rodeado de circunstancias oscuras
El presidente Evo Morales sospecha que un grupo de policías opuestos al Gobierno buscó dañar su imagen con lo que pasó en la intervención a la marcha indígena. Cree que algunas de las imágenes sobre la violencia contra los indígenas no fueron capturadas por periodistas.
A ocho días de los hechos de violencia en Yucumo, donde los uniformados sometieron a golpes y maniataron y amordazaron con cinta adhesiva a marchistas, Morales denunció que “hay una mano negra” detrás de los hechos y acusó a “algunos policías”, sin mencionar grados ni nombres, de estar interesados en utilizar lo ocurrido ese día para “calumniar”.
Mencionó como ejemplo que, supuestamente, las imágenes de la intervención difundidas por algunos medios de comunicación no corresponden a las cámaras de periodistas. Añadió, apoyado en su experiencia sindical, que cuando ocurren acciones de esta naturaleza, no se recurre a activistas de derechos humanos, sino a la prensa, porque los policías, cuando ven a periodistas, no actúan con violencia.
Esto, explicó, no ocurrió. “Entonces es muy grave, quiero que se investigue... siento que hay algunos policías que no quieren al Presidente, que no quieren al Gobierno, y se aprovechan de este tipo de movilizaciones para calumniar”, sostuvo en una entrevista en la red televisiva ATB.
El vicepresidente Álvaro García indicó el jueves que no hubo instrucción política para el operativo policial y añadió que el Ejecutivo “conoce lo ocurrido”, pero evitó dar detalles debido a que una comisión de alto nivel estará encargada de establecer responsabilidades sobre lo sucedido.
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