Mitt Romney derrotó con contundencia este martes a Rick Santorum en las primarias republicanas de Illinois. La cita tal vez será recordada como el momento en que este año se decidió el candidato contra Barack Obama en noviembre.
El ex gobernador de Massachusetts ganó por 12 puntos en una carrera que se esperaba ajustada. Se cumplieron así las encuestas más pesimistas para Santorum, que en citas anteriores ha conseguido mejores resultados que los previstos por los sondeos.
Santorum no sólo ha perdido el voto entre los más ricos y los habitantes de Chicago y sus suburbios, sino también el apoyo de los católicos, que comparten su religión, o el de quienes se identifican como simpatizantes del Tea Party, en teoría el ala más radical de los conservadores. La derrota aquí es una gran oportunidad perdida para el segundo de la carrera. Illinois es un estado demócrata y urbano, el perfil más cercano a Romney, pero los republicanos se concentran en las áreas rurales favorables a Santorum.
Romney celebró su victoria con el mensaje de favorito de sus comienzos, es decir sin dedicar ni una sola palabra a los rivales republicanos y centrando su discurso sólo en Barack Obama. Aprovechando que estaba en el estado donde los Obama tienen su casa y que el actual presidente representó como senador, Romney hizo varias referencias a los pasos del demócrata.
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