El supuesto "enojo" y el "mal humor" de la presidenta Cristina Kirchner se convirtieron en obsesión para la prensa internacional que cubrió la VI Cumbre de las Américas, cuya precipitada partida fue vista como algo parecido a un "desplante" producto de la "indignación" que le habría causado la no inclusión de Malvinas en la declaración final del encuentro.
"Ya a la mañana, antes de abandonar el hotel, se la veía con mala cara", detalló, por caso, un informe especial que el canal de noticias NTN24 emitió sobre el tema.
"No quiso detenerse ni un segundo para contestar una pregunta", reprochaba la cronista, para dar paso al audio en el que se oía la excusa presidencial: "Estamos apurados, ¿Sabés?".
La hipótesis generalizada era que, ya por entonces, la jefa del Estado sabía que lo de Malvinas no pasaba y estaba muy molesta. "La presidenta Kirchner está enojada y por eso es la primera en retirarse", insistía, por caso, la cadena CNN.
Los enviados de medios argentinos se convirtieron, de pronto, en objeto codiciado para corresponsales de todo el mundo. "Oye, ¿qué le pasa a tu Presidenta?", preguntaban. Las radios y emisoras de televisión clamaban por una entrevista.
La cosa sumó presión con declaraciones de la ministra de Comunicaciones de Bolivia, Amanda Dávila, en las que confirmó que su jefe, Evo Morales, se sumaba al retiro anticipado, incómodo por la falta de consenso sobre Cuba y "también, por solidaridad con el malestar de Cristina".
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