Una columna de marchistas, formada por estudiantes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) y mineros, bajó de El Alto y se dirigió a la plaza Murillo. Al lugar también llegó otra movilización, esta vez de estudiantes, que salió del atrio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Eran cerca de las 12.30 cuando estudiantes de la UPEA y mineros provocaron a los policías, que se hallaban en la calle Ingavi, en su intento de ingresar a la plaza. Piedras, petardos, globos con pintura y basura fueron arrojados a los uniformados y éstos respondieron con una lluvia de cápsulas de gas lacrimógeno.
En las calles Colón y Comercio, salubristas y estudiantes de la UMSA realizaron una similar maniobra, pero fueron rechazados y los manifestantes debieron retroceder, no sólo por los efectos del gas, sino porque el carro Neptuno los dispersó con uso de agua. Los enfrentamientos terminaron pasadas las 14.50, pero manifestantes se quedaron en la zona un par de horas más para hacer una vigilia. En ausencia del ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, Jaime Solares, asesor de la entidad matriz, encabezó la marcha. “Las protestas seguirán este jueves y viernes”, dijo y luego repudió el uso de la fuerza policial. “Si no se atienden nuestras demandas, se declarará la huelga general indefinida”.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez, tildó de criminal la marcha de la COB. “Son hechos criminales que deben ser censurados, no respetaron a los padres que iban a recoger a sus hijos de sus colegios y lanzaron cachorros de dinamita”, indicó.
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