lunes, julio 30, 2012

España encadena 17 trimestres recesivos con la inversión desplomada al nivel de 1999


La economía española encadena hasta junio 17 trimestres recesivos, en los que la actividad agregada ha alternado severos descensos con puntuales avances, pero en los que la destrucción de empleo ha sido una constante. La caída del segundo trimestre de 2012 es imputable al mal comportamiento del consumo, como consecuencia del ajuste en las rentas públicas, tal como ponen de manifiesto los datos de Estadística.

Desde que se inició el ajuste, en el segundo trimestre de 2008, justo cuando Pedro Solbes, ministro del PSOE, debatía con Manuel Pizarro, candidato del PP, si había crisis o no, la economía española no ha levantado cabeza, y aún no se ha estabilizado. El resultado es la destrucción de cerca de tres millones de empleos.
Acumula desde el estallido de la crisis (diecisiete trimestres, 51 meses) diez trimestres explícitamente recesivos y siete con avances muy limitados. Los repuntes estuvieron alimentados bien por el combustible que proporcionaba el gasto público en 2010, bien por el repunte de las exportaciones en el inicio de 2011. Cuando el crecimiento se resintió en todo el mundo desde verano de 2011 y la crisis de deuda forzó el cierre del expansionismo del gasto en España, la economía se enfrentó sola a la atonía de la demanda privada, y, con ella, a la segunda recesión.


El PIB generado ahora en doce meses en España se mueve en los niveles de finales de 2005, con un nivel de 95, frente al nivel 100 del inicio de la recesión, tras haber encadenado ya otros cuatro trimestres de descenso creciente. Pero el componente más contractivo de la actividad ha sido la demanda interna, y de ella, la inversión de forma especial, pues el consumo ha mantenido mejor el tipo.
El consumo final agregado ha descendido solo cuatro puntos desde 2008, niveles de 2006. El gasto de los hogares ha descendido un poco más, hasta el nivel 95, frente al 100 citado de 2008, lo que le devuelve al nivel de 2005. El gasto público, sin embargo, ha tenido un comportamiento más expansivo, y ha sujetado la actividad algunos trimestres en 2010, hasta que los mercados obligaron a los gobiernos de España a controlar el gasto público, a reducirlo, en concreto.
De hecho, al inicio de 2011 el gasto de las administraciones públicas, mientras el del resto de los agentes se contraía, aumentaba hasta los niveles de 104,6, cuando al inicio de 2008 era de 100. Ahora, tras la presión sobre la deuda española y las decisiones de los gobiernos ha vuelto al nivel 99.
Pero el gran protagonista del comportamiento tan contractivo de la economía ha sido la inversión, que ha descendido hasta el nivel 69 ya en 2012, un nivel de gasto desconocido desde 1999. El desplome ha sido continuado, trimestre a trimestre hasta perder 33 puntos en cuatro años. El descenso ha sido generalizado en todos los tipos de inversión, pero más acusado en la construcción y la vivienda, que lo ha hecho hasta el nivel 64, desconocido también desde el siglo pasado.
Aun en 2007 el gasto en vivienda estaba en el nivel 110, hasta donde había avanzado desde el nivel 73 de 2000.
En al cuarto trimestre de este año 2012 aún el comportamiento del sector exterior ha mantenido la actividad en unos niveles de caída razonables, que representan un descenso interanual del PIB del 1%, más del doble del primer trimestre del año (0,4% negativo).

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