¿Decidirá Ohio el nombre del ganador en la carrera por la Casa Blanca? Los expertos atribuyen esta vez al estado una importancia decisiva. No sólo por la igualdad absoluta en los sondeos. También por los avances de Romney en lugares como Florida o Colorado, que podrían llevar a Ohio a otorgarle los votos que necesita para apartar al presidente Obama de la reelección.
Aquí las presidenciales no las gana quien logra más papeletas sino quien tiene más representantes en el llamado colegio electoral: una institución cuyos 538 miembros se asignan estado por estado según la población. Nebraska y Maine otorgan sus representantes por distritos. Los demás le dan todos al candidato que reúna más votos en el recuento electoral.
La mayoría de los estados votan siempre por los demócratas o por los republicanos. Sólo un puñado de ellos oscilan según los méritos y deméritos de los candidatos y son los que definen el resultado electoral. Esta vez en la lista no están territorios que fueron decisivos otras veces como Pensilvania, Michigan o Minnesota.Los estados donde se dirime la batalla son nueve: New Hampshire, Virginia, Florida, Ohio, Wisconsin, Iowa, Colorado, Nevada y Carolina del Norte.
Los sondeos nacionales sitúan a Romney por delante en el voto popular. Pero la aritmética del colegio electoral no le favorece y augura que tendrá problemas para reunir los 270 votos electorales que le harían falta para ganar. Ohio asigna 18 representantes. Menos de los 29 de Florida pero más que cualquier otro estado en liza en esta campaña electoral. Perder en Ohio obligaría a Romney a ganar en todos los territorios decisivos menos en Nevada, cuya población supone sólo seis votos electorales y cuyos sondeos siempre han situado al presidente por delante de su rival.
Obama juega con ventaja frente a su adversario. Y no sólo porque los sondeos le sitúan por delante en la región decisiva del Medio Oeste. También porque podría lograr la reelección perdiendo en la mayoría de los estados decisivos y venciendo sólo en Iowa y Ohio: dos lugares donde las encuestas lo han situado siempre por delante.
Ohio asignará 18 votos electorales y los dos candidatos lo consideran esencial para dirimir el resultado electoral. Estos son cinco detalles que podrían definir la batalla de Ohio y de paso la carrera por la Casa Blanca.
1. Menos paro
Ohio no es uno de los estados que peor lo han pasado durante la recesión. El paro apenas rozas el 7%. Dos puntos más de la tasa que tenía antes de la crisis pero ocho décimas menos que la media nacional. Aquí cerraron muchas empresas por la crisis financiera. Pero es una de las regiones donde más se percibe el impacto de la recuperación.
Los republicanos atribuyen la mejora a las políticas reformistas del gobernador John Kasich, que tomó posesión en enero de 2011. Pero en ocasiones sus mensajes se contradicen por motivos obvios: al gobernador le conviene sacar pecho por sus logros y a Romney le conviene decir que las cosas no va bien. Kasich recordó este sábado en un evento de campaña que ha equilibrado las cuentas y ha transformado a Ohio en el estado que más empleo crea en el Medio Oeste.
A continuación se dirigió al público el congresista Paul Ryan y subrayó el mensaje opuesto. "Tengo un amigo que ganaba 25 dólares por hora en una fábrica y ahora apenas gana nueve dólares en una gasolinera. Esa es la historia hoy de la economía estadounidense", dijo el aspirante a la vicepresidencia en una fábrica de excavadoras de la localidad de New Philadelphia. El moderado auge económico de Ohio plantea un problema estratégico para los republicanos y por ahora no lo han sabido resolver.
2. Demasiados anuncios
Las emisoras de Ohio llevan meses saturadas de propaganda electoral. La campaña de Obama inundó en verano las televisiones locales con anuncios preventivos sobre Romney y los republicanos respondieron en otoño con la ayuda de los grupos coordinados por Karl Rove. Ohio no es el estado donde más dinero han invertido los candidatos. Pero se sitúa justo detrás de Florida en la lista del despilfarro electoral.
Demócratas y republicanos han desembolsado aquí cerca de 100 millones de euros. Una cifra que ha saturado el éter de Ohio con mensajes opuestos que han llevado a muchos electores a desconectar. Por eso los debates fueron tan relevantes en estas elecciones. Porque ayudaron a votantes confundidos a formarse su propia opinión a partir del cara a cara entre los candidatos. Sin el filtro de una propaganda salpicada de exageraciones y medias verdades.
Por cierto: ojo con las mentiras en los anuncios electorales porque aquí están tipificadas en el Código Penal y pueden suponer hasta seis meses de cárcel y una multa de 5.000 dólares. Ohio no es el único estado donde mentir paga ganar votos es delito. En otros 19 territorios también lo es aunque la ley casi nunca se aplica. Romney lanzó hace unos días un anuncio diciendo que Chrysler estaba trasladando a China parte de la producción de Jeep.
En realidad ha creado unos 1.100 empleos y ha invertido 500 millones de dólares en su sede de Toledo. El aspirante republicano entra en los últimos días de la carrera con más dinero que su rival. Pero la impresión general es que es demasiado tarde para que mensajes como el de Jeep tenga cualquier influencia en el resultado. Hace tiempo que los indecisos han dejado de escuchar.
3. El país en miniatura
Basta un paseo por cualquier ciudad de Ohio para percibir que es uno de los lugares más complejos del país. Es menos refinado que Nueva Inglaterra pero más europeo que otros estados del Medio Oeste. Apenas hay hispanos y los apellidos suelen ser irlandeses o alemanes. Una cuarta parte de sus habitantes son católicos. Pero las calles están llenas de iglesias evangélicas y comunidades religiosas afroamericanas cuya influencia será decisiva en el resultado electoral. Hay lugares en Cleveland y Dayton arrasados por la despoblación y el tráfico de drogas.
También suburbios acomodados y universidades con académicos de prestigio global. Los sondeos indican que el aspirante republicano parte con ventaja entre los varones, entre los blancos y entre los jubilados del estado. También entre los graduados universitarios y entre los habitantes de los condados rurales y de los suburbios de Columbus, Toledo y Cincinnati. Obama, en cambio, tiene el respaldo de los negros, las mujeres y los jóvenes. También de quienes tienen menos estudios y de quienes viven en ciudades como Cleveland y Akron.
4. Obama al rescate
Al llegar a la Casa Blanca, Obama decidió usar unos 80.000 millones de dólares del contribuyente para rescatar a Chrysler y General Motors. Por entonces los sondeos indicaban que la mayoría de los estadounidenses se oponían al rescate y lo percibían como un dispendio similar al colchón financiero que el Estado puso para salvar a las grandes entidades financieras de Wall Street. Entre ellos se encontraba Romney, que escribió un artículo abogando por una quiebra controlada que permitiera a las empresas hacer los ajustes oportunos sin dinero público.
Era un argumento sutil. Pero el 'New York Times' lo publicó en sus páginas de opinión con un título de trazo grueso: "Dejad que Detroit quiebre". La posición del aspirante republicano sobre el rescate era más compleja de lo que sugería el encabezamiento del artículo. Romney había respaldado el rescate durante las primarias de 2008. Al igual que en muchos otros temas, también en éste cambió luego de opinión.
Ahora esas palabras se ciernen aquí como un techo de cristalsobre su campaña y limitan su crecimiento en lugares como Cleveland, Akron y Toledo, donde el rescate de la industria del automóvil ha salvado y generado decenas de miles de empleos queno estarían si Obama no hubiera tomado esa decisión. Hoy el sector puede presumir de haber crecido un 14% y de haber creado unos 230.000 empleos desde 2009. Unas cifras que ayudan a comprender el porqué del anuncio sobre Jeep.
5. Voto anticipado
Los demócratas sólo ganarán en Ohio si logran llevar a las urnas a quienes cimentaron el triunfo de Obama hace cuatro años. Por eso es tan importante en Ohio el voto anticipado, que ofrece alternativas a sectores que no pueden ir a votar en un día laborable o que no disponen de vehículo propio para acercarse entre semana al colegio electoral.
Los republicanos intentaron restringir en Ohio el voto anticipado aprobando una ley que luego han invalidado varias sentencias judiciales. El fracaso de la norma hace más importante si cabe el papel que desempeñarán los pastores de las iglesias negras, que han contratado autobuses para llevar a sus feligreses a votar después de la oración dominical. También son decisivos los esfuerzos de grupos como Buckeyes for Obama, que esta semana ofreció viajes a las urnas a cambio de pizzas, magdalenas, chocolate caliente y una fiesta con drag queens.
El entorno del presidente tiene más sucursales sobre el terreno que los republicanos y organiza sus actos de campaña muy cerca de los colegios electorales para acortar el lapso de tiempo entre el ardor de los discursos y el momento de ir a votar. Pero por ahora es difícil extraer conclusiones sobre las primeras cifras oficiales, que indican que hasta el viernes habían votado unos 220.000 demócratas menos que en 2008 y unos 30.000 republicanos más. Entonces Obama ganó en Ohio por unos 260.000 votos. Esta vez todo apunta a que el triunfo sigue en el aire y que la diferencia será mucho menor.
Fuente. DIARIO EL MUNDO DE ESPAÑA
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