La huelga que hoy aspira a paralizar el país durante 24 horas se construye con motivos más generales que anteriores convocatorias de la democracia, pero viene cargada de razones. A diferencia de otros paros, en los que la protesta iba dirigida contra la reforma laboral, la reforma de las pensiones o el plan de empleo juvenil, con la clara intención de echar atrás las respectivas leyes, la huelga del 14-N quiere conjugar el malestar de la sociedad española contra los ajustes sin fin, los recortes y la política de austeridad llevada al límite, que ha sumido a España y a los países del sur de Europa en una recesión profunda que amenaza el Estado del bienestar.
No se trata de una iniciativa únicamente española, sino que nace en el seno de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y cuenta en España con el apoyo de CCOO, UGT y buena parte de los integrantes de la Cumbre Social. Al paro español se sumarán hoy Portugal, con una huelga general; Italia, con un paro de cuatro horas; y Grecia, con uno de tres, tras la huelga de 48 horas realizada la semana pasada. En Francia y Alemania habrá manifestaciones y concentraciones de protesta convocadas por los sindicatos. En todas las capitales de provincia españolas se llevarán a cabo manifestaciones por la tarde (en Barcelona, a las 18 horas en Plaça Catalunya) en protesta por la política económica del Gobierno.
RECORTES / El alza del desempleo y el descenso del consumo se comen el efecto de los ajustes iniciados en el 2010 por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero y mantenidos e incrementados por el Gobierno de Rajoy en el último año. Las reformas se iniciaron el 12 de mayo del 2010 cuando el expresidente Zapatero presentó el primer gran plan de la crisis, con un recorte de 15.000 millones, la congelación de las pensiones y la rebaja de un 5% del sueldo a los funcionarios.
Al primer hachazo se sumó una primera reforma laboral, una modificación del IVA y un paquete de liberalización y privatizaciones por valor de 14.000 millones, que no llegó a completarse. En el 2011, Zapatero aprobó alargar la edad de la jubilación hasta los 67 años de forma gradual y llevó a cabo la reforma exprés de la Constitución para imponer el déficit cero.
El mandato del PP, con mayoría absoluta, acumuló en solo tres meses una reducción global de 53.000 millones, con un ajuste de 10.000 millones a las autonomías, recortes en educación y sanidad y otra reforma laboral para abaratar el despido. Paralelamente, el Gobierno solicitó a la UE) un rescate de 100.000 millones para la banca española, básicamente para tapar el agujero de Bankia, que se sumaron a los préstamos y avales anteriores , por valor de 187.145 millones. Además, anunció una subida de los tipos generales del IVA, recortes en el gasto de la función pública y en el seguro de desempleo.
Fuente. EL PERIODICO DE ESPAÑA
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