El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ha aceptado este martes la renuncia del ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, muy criticado en la isla por su gestión del rescate. Sarris lo había intentando hace una semana, pero en ese momento su renuncia fue rechazada por Anastasiadis por un motivo principal: estaban aún en curso las negociaciones con la troika para cerrar el acuerdo de rescate. Con el memorándum completado por parte de las autoridades chipriotas —otra cosa serán las correcciones que aplique la troika a lo largo de esta semana—, Sarris se ha visto libre para renunciar, como especulaban desde primera hora de la mañana los medios locales. Le sustituirá en el ministerio Jaris Georgiadis, hasta hoy titular de Trabajo y diputado por Nicosia de Disy, el partido de centroderecha de Anastasiadis.
El motivo esgrimido por Sarris para dejar el Gobierno es su papel como presidente de la junta de administración del Laiki Bank —el banco más afectado por la crisis y que desaparecerá con la reestructuración del sector— durante buena parte de 2012. Sarris, que tomó posesión de la cartera a finales del pasado febrero, ha asegurado que no quiere entorpecer los trabajos de la comisión de investigación que hoy echa a andar para depurar responsabilidades civiles, penales —si las hubiera— y políticas por la crisis bancaria entre 2006 —año en que el Laiki pasó de manos del británico HSBC al grupo griego Marfin— y marzo de 2013, fecha en que se aprobó el rescate de 10.000 millones de euros para evitar la insolvencia de Chipre a cambio de un traumático proceso de reestructuración bancario y un paquete de medidas de ajuste económicas aún por acordar.
La poderosa Iglesia autocéfala de Chipre, con grandes intereses en el sector —es accionista principal del tercer banco chipriota, el Hellenic Bank—, había pedido con insistencia la dimisión de Sarris en las dos últimas semanas.
Inmediatamente después de la remodelación ministerial que ha incluido al titular de Finanzas, el portavoz del Gobierno, Jristos Stylianidis, ha anunciado oficialmentela "confección del memorando" con la troika para dar vía libre al rescate. "Se trata de un importante paso, con el cual se cierra un largo periodo de inseguridad", ha añadido antes de celebrar que han conseguido dos años más de plazo, hasta 2018, para llevar a cabo los planes de ajuste.
Además, el banco central chipriota ha suavizado en parte el control de capitales para facilitar el funcionamiento de la economía y, en especial, de las pymes, cuya actividad se había visto ralentizada hasta niveles próximos al coma. Mientras tanto, la Bolsa de Chipre ha reanudado este martes su actividad tras dos semanas de cierre con caídas del 2,45% en el índice general y la suspensión de la cotización de las acciones del Laiki Bank y el Banco de Chipre hasta el próximo día 15, “para asegurar el correcto funcionamiento del mercado y la protección de los inversores”, según fuentes de la entidad.
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