Los sospechosos del atentado de Boston, Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, planeaban atacar con bombas Nueva York, concretamente Times Square, según ha informado en rueda de prensa el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. El alcalde ha explicado que el FBI tuvo conocimiento del plan después de que Dzhokhar Tsarnaev se lo comunicara a agentes del FBI que le interrogaron en su habitación del hospital de Boston el fin de semana pasado, donde se recupera de sus heridas. Los jóvenes pensaban dirigirse en coche a Nueva York el jueves por la noche pero los acontecimientos se precipitaron y el mayor de los hermanos acabó muerto y el pequeño detenido poco más de 12 horas después.
Junto a Bloomberg ha comparecido el jefe de la policía de Nueva York, Ray Kelly, que ha tranquilizado a la población al decir que no tienen pruebas de que exista un compló “inminente” contra la ciudad. Kelly ha recordado que los jóvenes tenían seis artefactos y otra olla exprés que podrían haber sido los que pensaban utilizar contra Times Square.
Los explosivos que les quedaban del ataque contra el maratón y que pensaban usar en Manhattan acabaron siendo utilizados contra la policía en la persecución que tuvo lugar en Boston. Cuestionado por los periodistas, que reclamaban más detalles, Bloomberg ha querido dejar claro que no han sido ellos quienes han llevado a cabo el interrogatorio y que la única información que tienen es la que les ha aportado el FBI.
El único sospechoso vivo de cometer el atentado del maratón de Boston cooperó con las autoridades –dentro de sus limitaciones físicas debido a sus heridas de bala- hasta que le fueron leídos sus derechos. A partir de ese momento –el pasado lunes-, Dzhokhar Tsarnaev ha mantenido silencio para no incriminarse en el juicio que deberá enfrentar por sus acciones el pasado 15 de abril, que presuntamente acabaron con la vida de tres personas e hirieron a más de 170.
Durante el pasado fin de semana, Tsarnaev fue interrogado durante 16 horas por agentes de la ley y el orden con los que se comunicó a través de respuestas escritas o moviendo su cabeza —Dzhokhar expresó un contundente ‘no’ cuando le fue preguntado si podía pagarse un abogado—. El joven de 19 años había admitido poco antes al FBI su papel en los ataques con bomba.
Cuatro agentes federales extraían información de Tsarnaev —al que hasta ese momento no se le habían leído sus derechos acogiéndose la Administración a una norma de 2009 que permite hacerlo en caso de que la seguridad nacional esté en riesgo— cuando irrumpieron en la habitación del Hospital Beth Israel de Boston un juez y varios representantes de la fiscalía de EE UU para informarle de que tenía derecho a guardar silencio y a un abogado, según establece la doctrina Miranda, que asegura que de lo contrario, las palabras del supuesto acusado pueden ser usadas en su contra.
A Tsarnaev —ciudadano norteamericano— se le leyeron sus derechos poco después de que la Casa Blanca anunciara en rueda de prensa que el sospechoso no sería considerado un combatiente enemigo sino que sería juzgado por un tribunal civil. El espacio de tiempo transcurrido entre su detención y la aplicación de Miranda podría ser utilizado por su abogado defensor para intentar arruinar la confesión de Tsarnaev. Aunque el FBI insiste en que ese intervalo no tiene importancia ya que las pruebas físicas y fotográficas que acusan a los hermanos Tsarnaevson abrumadoras y suficientes para condenar al menor de ellos.
A medida que pasan los días, la secuencia de lo hechos que se vivió en Boston desde la madrugada del viernes hasta caer la noche va siendo cada vez más clara. Hoy se ha sabido que, al contrario de lo que en principio dijo la policía, Dzhokhar no estaba armado en el momento de su detención por la policía en el bote en el que se había escondido tras una frenética huida de las fuerzas del orden.
El jefe de la policía de Boston, Ed Davies, describió en rueda de prensa el viernes un intercambio de disparos entre el joven y agentes de policía previo a su arresto. Pero otras fuentes aseguran que no fue así, lo que ha levantado dudas sobre cómo fue herido entonces Tsarnaev.
Ayer, el padre de los dos sospechosos del atentado en Boston afirmaba que viajará desde Rusia hasta Estados Unidos para enterrar a su hijo mayor -puede que mañana viernes-. “Voy a Estados Unidos. Quiero decir que viajo allí para ver a mi hijo y para enterrar al mayor. No tengo malas intenciones y no pretendo nada”, declaró el padre de los sospechosos, Anzor Tsarnaev. “No estoy enfadado con nadie, sólo quiero saber la verdad”, agregó.
Por su parte, la madre de los jóvenes, Zubeidat Tsarnaeva, declaró tener muchas sospechas de lo que en realidad sucedió el día 15 en Boston. "Quiero decirle al mundo, ¿Qué hicisteis?, ¿qué habéis hecho con mi hijo? Estaba vivo. ¿Por qué tuvisteis que matarlo?, ¿por qué no lo enviasteis a Guantánamo o a cualquier otro lugar?, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué han tenido que matarlo? Lo capturaron vivo, estaba en sus manos". La mujer ha recordado que cuando habló con Tamerlan tras el atentado, le había dicho que no estaba preocupado. “Hay demasiadas cosas sin explicar”, subrayó.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha destacado que el atentado en el maratón de Boston debería empujar a Rusia y a Estados Unidos a cooperar conjuntamente para superar las amenazas comunes, entre las que ha destacado el terrorismo. “Quisiera que esta tragedia nos aproximase a fin de cooperar para eliminar las amenazas comunes, entre las cuales una de las más peligrosas e importantes es el terrorismo", ha declarado el jefe de Estado. “Si realmente empezamos a trabajar unidos, nunca sufriremos golpes de estas características ni sufriremos este tipo de pérdidas", ha finalizado.
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