jueves, julio 25, 2013

ESPAÑA: El juez que investiga el accidente con 79 muertos cita a declarar al maquinista

El titular del juzgado de instrucción número 3 de Santiago de Compostela ha citado a declarar como imputado a Francisco José Garzón Amo, el maquinista del tren Alvia que descarriló ayer dejando tras de sí un balance brutal de 79 muertos y unos 130 heridos. El conductor, que sufrió heridas leves, está ingresado en un hospital de Santiago, custodiado por la Policía Nacional. Todos los indicios apuntan a un exceso de velocidad como causa del siniestro: el tren circulaba a 190 kilómetros por hora en una curva limitada a 80, según el reconoció maquinista. Sin embargo, en la recta previa a la curva cerrada, llamada A Grandeira, pueden alcanzarse los 250 kilómetros. La clave está en el tacógrafo —la caja negra de los trenes—, que ya está en poder del juez. En el tren viajaban 218 pasajeros y cuatro tripulantes.
El secretario general del sindicato de maquinistas, Juan Jesús García Fraile, ha considerado que tuvo que deberse a "una suma de circunstancias" y ha apuntado a la "curva pronunciada" y al sistema de señalización. La vía tiene un sistema de control ASFA, más antiguo que el ERTMS, que cuenta con un mecanismo que frena los trenes automáticamente cuando exceden la velocidad permitida. La vía había sido renovada para adaptarla a la alta velocidad, pero no la señalización. El tren es un serie 730, un híbrido con tracción diésel y eléctrica, prácticamente nuevo. Llevaba dos máquinas y ocho convoyes.
El siniestro, el primero con víctimas mortales en una línea de alta velocidad en España y el más grave en los últimos 40 años, se produjo antes de las nueve de la noche, cuando el tren Alvia, que cada tarde-noche entra en la capital de Galicia procedente de Madrid y con destino a Ferrol, descarriló a cuatro kilómetros de la parada. Fue de tal intensidad que uno de los ocho imponentes vagones voló a 15 metros. El resto volcó y uno acabó convertido en un amasijo de hierros.
El balance de víctimas mortales del accidente, ocurrido ayer por la tarde a pocos kilómetros de la capital gallega, ha ascendido a la una de la tarde a 79 fallecidos. La última víctima es un cadáver hallado carbonizado en la zona del accidente. Después de no haber pasado de crecer durante toda la noche, la cifra se había mantenido estable en 78, dato que daba a las once de la mañana a las puertas del hospital Clínico el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, que precisó que se desconoce el total de heridos, pero que hay "en torno a 130". "Todavía puede incrementarse la cifra de fallecidos porque hay muchos heridos cuya vida corre peligro", se lamentaba. A las dos de la tarde, la Xunta ha actualizado los datos en su cuenta de Twitter: "Evacuados 178 pacientes, 95 aún ingresados, de ellos 32 críticos y cuatro críticos en pediatría". El teléfono de atención a las víctimas y sus familias es el 900 101 660No se requieren más donaciones de sangre para atender a los heridos y están todos identificados.
Lo que sí está descartado es que haya más muertos o personas vivas atrapadas en el interior del tren. A primera hora de la mañana, miembros de los equipos de emergencia han terminado de comprobar el interior de los dos vagones que quedaban por revisar, uno de ellos reducido a chatarra. Ayudados por dos enormes grúas, han elevado los vagones y los han subido a una carretera a más de cinco metros de altura respecto de la vía, a donde fue a parar un tercer vagón. Se temía que al moverlos aparecieran más víctimas, pero no ha sido así. Unas 200 personas, entre bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, y policías locales y nacionales y operarios de Adif, han trabajado toda la noche en la búsqueda de víctimas y en la retirada de los vagones.
El principal problema ahora está en la identificación de los cadáveres, una vez se ha logrado conocer el nombre y apellidos de todos los que resultaron heridos. Hasta las 12.15, quedaban heridos por identificar para angustia de los familiares, que no sabían si sus allegados estaban entre los vivos o los muertos. El delegado del Gobierno ha reconocido que hay familiares "molestos" porque no se habían podido "dar hasta el momento [las once de la mañana] datos de identidad". Los familiares han empezado a recibir estos datos oficiales antes del mediodía. Son informados en el edificio Cersia, donde se ha habilitado el centro de atención, por un equipo integrado por policías, médicos y psicólogos. Posteriormente, voluntarios de Cruz Roja los acompañan hasta el multiusos Fontes do Sar, convertido desde anoche en improvisado tanatorio y donde se están viviendo imágenes de auténtica desesperación.
Juárez ha explicado que las tareas de identificación "tienen un protocolo" y "no se quieren cometer errores en esa materia" y ha prometido que se harán las identificaciones "con un cuidado escrupuloso", El delegado ha dicho que los forenses trabajan "con la rapidez que pueden" y ha pedido "comprensión". La Consejería gallega de Sanidad asume que serán necesarias pruebas de ADN en el caso de los cuerpos, dado el estado de muchos de ellos. Para ayudar en estas tareas, la Policía Nacional ha enviado a Santiago 16 expertos en identificación de cadáveres. La Generalitat catalana ha ofrecido médico forenses.
Desde las ocho de la mañana, coches fúnebres están trasladando escalonadamente los cadáveres del pabellón Fontes do Sar al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, donde se centralizan las autopsias e identificaciones. Cuatro hospitales componen este complejo, incluido el Clínico, donde se encuentran ingresados la mayoría de los heridos. Algunas familias han llegado al pabellón para identificar a los fallecidos y al edificio se han llevado maletas que transportaba el tren para ayudar a la identificación.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha viajado esta mañana a Santiago. Nada más bajar del avión, se ha reunido en el aeropuerto con el gabinete de crisis, constituido por el Ejecutivo central, la Xunta y el Ayuntamiento. Después, sobre las 10.45, ha visitado junto con la ministra Ana Pastor y el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el lugar del siniestro, en la parroquia compostelana de Angrois. De allí, se ha trasladado al Clínico para interesarse por los heridos y se ha dirigido a  la sede de la Xunta en San Caetano, donde se ha guardado un minuto de silencio a mediodía.
A la misma hora, decenas de diputados, funcionarios y demás trabajadores del Congreso han hecho lo mismo a las puertas del palacio de la Carrera de San Jerónimo. El presidente del Senado, Pío García-Escudero, representantes de todos los grupos y personal de la Cámara Alta también han guardado un minuto de silencio, al igual que el Poder Judicial y el Supremo. El Rey, el Príncipe, el Gobierno, instituciones y partidos han anulado hoy sus actos por la magnitud del accidente y se han volcado en expresar su solidaridad con los familiares y con toda Galicia. Don Juan Carlos, entre otras personalidades que van desde el Papa a Angela Merkel, ha expresado su dolor y su tristeza por "el terrible accidente".
"Hoy es un día muy difícil. Para un santiagués como yo este es el día del Ápostol más triste de mi vida", ha dicho Rajoy en su primera comparecencia en Santiago, justo después del minuto de silencio. Mariano Rajoy ha trasladado en rueda de prensa su pesar a los familiares y amigos de las víctimas y su deseo de una pronta recuperación para los heridos en el accidente de tren de Santiago. "El reto ahora es identificar a las personas que han fallecido. Muchas veces esto no es fácil, pero las familias no pueden vivir bajo la incertidumbre". Rajoy ha decretado tres días de luto en toda España. Horas antes, en su primera comparecencia del día, tras presidir un consejo de gobierno extraordinario, "el más duro" que le ha tocado dirigir, Núñez Feijóoanunció siete días de luto oficial y expresó su agradecimiento al pueblo gallego por la colaboración y coordinación. "Hoy, Día de Galicia, sufrimos unidos. Descansen en paz", concluía Núñez Feijóo en alusión a los muertos, que provocan un "sentimiento que solo se puede expresar con lágrimas".
En la misma línea de unidad y de dolor, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado que "lo primero es pensar en la gente que ha muerto" y en sus familiares porque "el dolor es muy grande y esta incertidumbre de las primeras horas es sencillamente insoportable". "Es una tragedia absolutamente imposible de digerir. Estos momentos son horribles", ha señalado Rubalcaba, que se trasladará esta misma tarde a Santiago acompañado por la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, en declaraciones a la cadena SER.

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