Final. No habrá discursos efusivos, no habrá críticas despiadadas, no habrá ni siquiera propuestas. Se cierra la campaña. Así, de manera tibia, como empezó, se baja la bandera rumbo a las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. En algo se pudieron poner de acuerdo los principales candidatos: ninguno hará acto de cierre para pedir el voto.
La tragedia en Rosario los obligó a levantar las actividades.
Cristina Kirchner, que decretó dos días de duelo nacional, pareció ser la primera en tomar nota de la magnitud de los hechos. Mientras los encargados de la logística del Frente para la Victoria se ocupaban ayer por la mañana de poner a punto el teatro Coliseo, donde estaba previsto para esta noche el acto de cierre con el discurso de la Presidenta, desde la Casa Rosada se comunicaron con los principales candidatos para avisarles que levantaban la actividad.
Sergio Massa, contrincante de Insaurralde, no tardó en cancelar su visita a San Martín, donde se iba a dirigir al electorado por última vez. “Hemos decidido acompañar la decisión de suspender el acto de cierre de campaña. Nos parece fundamental que seamos solidarios y que tengamos todos las capacidades de abstraernos de las discusiones electorales para tratar de ser solidario”, dijo el intendente de Tigre, tras participar de una reunión del Consejo Interamericano de Comercio y Producción.
El equipo de prensa de Francisco de Narváez no tardó en anunciar por mail que suspendía el acto proselitista planeado en La Plata, lo mismo que el reparto de boletas partidarias, su tradicional cierre en San Justo, La Matanza.
Stolbizer, en tanto, tenía previsto realizar hoy una recorrida por el oeste del Conurbano por las localidades de Ramos Mejía, Morón e Ituzaingó, pero desistió.
Aunque es obvio que la tragedia de Rosario puso de luto a todos, la suspensión de las actividades no dejó de brindarle cierto alivio al massismo, que había decidido no hablar más del robo ocurrido en su casa, hace más de dos semanas, un hecho que había dominado la agenda de la campaña en los últimos días y que amenazaba con apartarlo de su estrategia de no confrontar con la Casa Rosada.
En la Ciudad, Mauricio Macri dio la orden de levantar el timbreo por distintos barrios, donde los candidatos tenían agendado ir en persona para comentar sus propuestas. “Desde la tragedia es casi imposible tener el corazón y la mente en otro lugar que no sea Rosario”, sostuvo Gabriela Michetti. El Jefe de Gobierno y la precandidata a senadora recibieron a las autoridades de la DAIA encabezadas por su presidente, Julio Schlosser, en un acto protocolar que formó parte de una serie de visitas que la entidad judía realiza a autoridades de distintas jurisdicciones.
La alianza UNEN, que se sacó chispas en un tramo de la campaña, firmó la paz en este punto y acordó no hacer campaña en las horas previas a la veda. Elisa Carrió y Fernando Solanas, Rodolfo Terragno y Martín Lousteau, Alfonso Prat Gay y Ricardo Gil Lavedra, se despidieron con un mensaje de solidaridad hacia los rosarinos. Jorge Altamira, el postulante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores canceló su acto pero anunció que su fuerza se movilizará para pedir el esclarecimiento de la tragedia.
La veda comenzará mañana a las 8. A partir de entonces los aspirantes al Congreso no podrán dar definiciones políticas que insten a capturar votantes, se dejarán de ver los spots que inundaron las pantallas de TV y no se permitirán difundir encuestas, por más que los candidatos, ansiosos por conocer los últimos sondeos, revisarán los números hasta último momento.
Los candidatos saldrán el fin de semana a pasear con sus familiares y, todo un clásico en las horas previas a las elecciones, posarán con ellos para brindar una imagen de cercanía con sus votantes.
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