El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continuó este lunes las reuniones con líderes del Partido Demócrata y el Partido Republicano para recabar votos a favor de una intervención militar en Siria. Obama anunció el pasado sábado que el ataque con armas químicas perpetrado en Damasco el 21 de agosto debe ser castigado militarmente pero que someterá esa decisión al Congreso.
“Si el Congreso rechazase una resolución como ésta, después de que el presidente de Estados Unidos se haya comprometido a llevar a cabo una acción militar, las consecuencias serían catastróficas”, aseguró el senador republicano John McCain tras su reunión con el presidente en la Casa Blanca. McCain afirmó que la reunión había sido positiva pero “queda trabajo por hacer” para conseguir que el Capitolio dé su voto a Obama.
Las palabras de McCain auguran que el camino hacia una eventual aprobación por el Congreso no será fácil. “Los legisladores necesitamos garantías de que esta estrategia es diferente de la de los dos últimos años”, aseguró tras la reunión, criticando la falta de iniciativa de Obama en el país árabe. “Queremos un texto que especifique que el objetivo de la intervención a largo plazo es degradar las capacidades militares de Bachar El Asad y aumentar las del Ejército Libre Sirio para que pueda mejorar su situación en el campo de batalla”.
El senador, candidato presidencial en 2008 y una de las voces más respetadas en el Capitolio en materia de política exterior, aprovechó sus declaraciones para acusar una vez más a Obama de no haber hecho lo suficiente en Siria durante los más de dos años de conflicto. “Una estrategia débil es tan inútil como no hacer nada”, afirmó el veterano senador republicano, que defiende desde hace varios meses la posibilidad de armar a los rebeldes. A pesar de sus dudas, McCain aseguró que la falta de autorización por parte del Congreso para atacar sobre Siria “quebrantaría la credibilidad de Estados Unidos y la de su presidente”. “Ninguno de nosotros quiere eso”, añadió.
El senador republicano Lindsey Graham, presente también en la reunión de este lunes, enfatizó uno de los argumentos que ya realizó el presidente Obama el pasado sábado y que alude a la amenaza de otros países como Irán. “Si no acertamos con Siria, está claro que Irán va a entender el mensaje”, declaró tras la reunión.
McCain y Graham cuestionaron el hecho de que Obama haya anunciado que quiere atacar Siria con tanto adelanto. Para McCain, cualquier operación de EE UU sobre el país árabe será ahora más difícil “porque Asad está trasladando a sus fuerzas” sobre el terreno.
Los dos senadores, como muchos de sus compañeros, han adelantado su regreso a Washington después de las vacaciones -previsto originalmente para el 9 de septiembre- por la situación en Siria. Tanto el presidente Obama como varios miembros de su Administración han participado en continuas reuniones con los líderes de ambos partidos para compartir con ellos las pruebas del ataque químico que costó la vida a más de 1.400 personas en Damasco, entre ellos 426 niños.
Este martes, el secretario de Estado, John Kerry, y el de Defensa, Chuck Hagel, comparecerán en una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado para mantener informados tanto a los ciudadanos como a sus representantes políticos y recabar más votos a favor de la intervención. Obama, por su parte, se reunirá mañana martes con John Boehner, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, y Nancy Pelosi, portavoz de la minoría demócrata.
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