Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado la reducción de las emisiones de gases para 2020, con el objetivo de dar continuidad al Protocolo de Kioto sobre cambio climático, que concluye en 2012. Sin embargo, no han ratificado el ambicioso objetivo propuesto por sus ministros de Medio Ambiente para 2050. Las conclusiones del Consejo Europeo de Bruselas señalan que todos los países desarrollados deben asumir unos "perfiles de reducción" de las emisiones de gases con efecto invernadero del orden del 15% al 30% hasta 2020 y entre el 60% y 80% hasta 2050 —con relación a 1990—, pero con la posibilidad de poderlo revisar. Después de dos días de reuniones, los líderes de la Unión Europea han aceptado la propuesta lanzada hace dos semanas por los 25 titulares de Medio Ambiente para 2020, pero han omitido finalmente el ambicioso objetivo propuesto para 2050, debido a las reticencias de Alemania y Austria. Según las conclusiones del Consejo Europeo las "horquillas de reducción deberán revisarse a tenor de los futuros trabajos relativos a las condiciones en las cuales puede lograrse el objetivo, incluida la cuestión de los costes y beneficios". Los 25 son conscientes de que el aumento de la temperatura mundial anual media en superficie no debe rebasar los 2 grados centígrados con relación a los niveles de la era preindustrial. De lo contrario, "puede tener repercusiones negativas importantes en los planos medioambiental, económico y social", según reconocerá el Consejo Europeo.
Después de felicitar a Rusia por haber ratificado el Protocolo, lo que permitió que éste entrara en vigor, los 25 destacan la firme voluntad de la Unión Europea en dar un nuevo impulso a las negociaciones internacionales. Para ello se comprometen a "estudiar las opciones relativas a un régimen posterior a 2012", garantizando la cooperación más amplia posible de todos los países y su participación en una actuación internacional eficaz y adecuada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario