El servicio de blog que ofreció el diario colombiano El Tiempo, ya dió resultado. En efecto, los candidatos que aspiran a la Presidencia han escrito su primer post. Veamos el caso del candidato
Antonio Navarro Wolff: Pasé la primera vuelta (07 de Junio de 2005 17:32:40). El Polo Democrático Independiente, PDI, me eligió como su candidato presidencial con poco más del 53% de votos de los delegados a su I Congreso nacional.El pasado 2 de junio se reunió el primer Congreso del PDI para elegir a su candidato presidencial y para sentar las bases organizativas y programáticas de lo que desde ya perfila como una alternativa política, para Colombia. En respaldo a mi nombre como candidato presidencial del PDI obtuve el respaldo de 530 de los delegados al Congreso, frente a los 334 del senador Samuel Moreno Rojas y los 115 del exgobernador del Tolima Guillermo Alfonso Jaramillo. Soy el candidato de un Polo unificado y fortalecido en el debate político y en la búsqueda de una opción de poder independiente del bipartidismo, comprometida con la defensa de la Constitución de 1991, con la búsqueda de la paz negociada, con la supresión de la pobreza absoluta, con la dignidad y la soberanía nacional. De esta manera aspiro a convertirme en el candidato de las mayorías nacionales. Sobre estos y muchos más temas seguiremos conversando en este espacio de expresión democrática. A usted, amigo lector, conciudadano, que visita este sitio, quiero agradecer de antemano su interés por nuestras opiniones e igualmente el envío de propuestas que considere pueden aportar a la construcción democrática colectiva. Dicho sea de paso, felicito la iniciativa de eltiempo.com, que al brindar espacio para tales expresiones e intercambios enriquece el debate electoral y abre nuevas fronteras para la comunicación virtual.
Antonio Navarro Wolff: Pasé la primera vuelta (07 de Junio de 2005 17:32:40). El Polo Democrático Independiente, PDI, me eligió como su candidato presidencial con poco más del 53% de votos de los delegados a su I Congreso nacional.El pasado 2 de junio se reunió el primer Congreso del PDI para elegir a su candidato presidencial y para sentar las bases organizativas y programáticas de lo que desde ya perfila como una alternativa política, para Colombia. En respaldo a mi nombre como candidato presidencial del PDI obtuve el respaldo de 530 de los delegados al Congreso, frente a los 334 del senador Samuel Moreno Rojas y los 115 del exgobernador del Tolima Guillermo Alfonso Jaramillo. Soy el candidato de un Polo unificado y fortalecido en el debate político y en la búsqueda de una opción de poder independiente del bipartidismo, comprometida con la defensa de la Constitución de 1991, con la búsqueda de la paz negociada, con la supresión de la pobreza absoluta, con la dignidad y la soberanía nacional. De esta manera aspiro a convertirme en el candidato de las mayorías nacionales. Sobre estos y muchos más temas seguiremos conversando en este espacio de expresión democrática. A usted, amigo lector, conciudadano, que visita este sitio, quiero agradecer de antemano su interés por nuestras opiniones e igualmente el envío de propuestas que considere pueden aportar a la construcción democrática colectiva. Dicho sea de paso, felicito la iniciativa de eltiempo.com, que al brindar espacio para tales expresiones e intercambios enriquece el debate electoral y abre nuevas fronteras para la comunicación virtual.
Otro caso es el anuncio que hizo Rodrigo Rivera Salazar, de poner su nombre a disposición del electorado. Veamos lo que puso en su blog:
Anuncio de la candidatura (07 de Junio de 2005 15:07:35)
Colombianos y colombianas: quiero compartir con ustedes la decisión que he tomado de proponer mi nombre a la Presidencia de la República. RODRIGO RIVERA Anuncio de Candidatura a la Presidencia de la República, Bogotá, D.C, Mayo 18 de 2005. Buenas tardes a todos. Gracias por venir y acompañarme. Doy gracias a Dios por permitirme estar aquí, con mi familia y ante mi país. Imploro su sabiduría y protección durante este camino. Soy un hombre de familia, feliz en medio de mi esposa y de mis hijas. Orgulloso de mi origen de provincia. Un hombre de justicia educado en esta Universidad Libre en la ciencia del Derecho. Mis padres, Rodrigo y Edilma, juez y maestra, me dieron la preciosa herencia de su amor y sus valores. Ellos son mis raíces. También están aquí Sara y Manuela, cuya alegría y paz me inspiran a soñar, a esforzarme y a usar la imaginación para que crezcan en un país mejor. Hoy millones de colombianos trabajan más para ganar menos ingresos. Muchos se frustran en empleos inferiores a su capacidad o simplemente están desempleados. El Estado los agobia con tarifas e impuestos cada vez más costosos. Se hostiliza la iniciativa privada. La gente tiene carné pero no salud, cupos escolares pero no educación, subsidios pero no vivienda. Nada interrumpe la huida de colombianos hacia el exterior ni la de campesinos hacia las ciudades. La inseguridad en las calles aumenta, las familias colapsan y el clima de enfrentamientos llena el ambiente de “fuego amigo” como si pudiéramos ignorar que los verdaderos adversarios: pobreza, violencia y corrupción, están al frente y cobran cada día nuevas víctimas. La inercia sólo nos ofrece pesadumbres. Un crecimiento insuficiente, la depredación ambiental sistemática, la implosión del fisco nacional, un nuevo feudalismo que con señores de la guerra suplanta al Estado en diversas regiones, la corrupción reinante, la creciente exclusión y la insuficiencia de los esfuerzos de autoridad o negociación para alcanzar la paz, nos conducen a un destino alarmante. Las tendencias son tan desoladoras que sólo un milagro a ser construido durante esta generación- como el irlandés o el español o el de Malasia-, romperá la inercia y nos brindará la esperanza de un futuro mejor. Nuestra misión será inspirar y construir el “Milagro colombiano”. Para eso acompañé a Galán en su sueño de una Colombia nueva. Por eso he luchado, me he preparado y he defendido la urgencia de acuerdos nacionales que, con visión de largo plazo, afiancen el viraje que Colombia necesita. Por eso pongo hoy en manos de los colombianos mi candidatura a la Presidencia de la República. Durante este gobierno se recuperó el valor de la seguridad. Frente a los violentos la mano firme llegó para quedarse. Pero por parejo. No mano firme para unos y corazón grande para otros. La firmeza frente al delito es la única vía para alcanzar salidas al conflicto sin rendirnos ante los violentos. Hoy se ha vendido el falso dilema de reducir la democracia para incrementar la seguridad. Hay quienes piensan que es un precio aceptable. Yo no lo creo: Para derrotar la violencia, la corrupción y la pobreza propongo un paso firme hacia adelante. No retroceder con menos seguridad o menos democracia. El siguiente paso debe ser avanzar de la seguridad democrática a la democracia segura. Para lograr una democracia segura propongo un Acuerdo Nacional eficaz contra la violencia, la pobreza y la corrupción. Un acuerdo eficaz entre demócratas para romper el maridaje entre mafia, terrorismo y política y no claudicar ante el crimen organizado. Que alivie el fisco nacional adelgazando el Estado centralista y fortaleciendo el Estado Departamental y Municipal. Un acuerdo eficaz que enfrente como en un gran convite la emergencia del hambre y la desnutrición infantiles y salve esta nueva generación de niños y jóvenes. Un acuerdo eficaz que priorice megaproyectos de desarrollo y los convierta en propósitos nacionales de largo plazo. Un acuerdo eficaz que destierre el tráfico de puestos, contratos y partidas presupuestales y enfrente con la extinción de dominio el enriquecimiento ilícito derivado de la corrupción. Un acuerdo eficaz que construya una “Doctrina Colombia” para pedir de los Estados Unidos, el continente y el mundo un nuevo trato comercial derivado de nuestro valor estratégico y ambiental. Un acuerdo eficaz que defina un sistema integral de seguridad social que responda por enfermedades, accidentes de trabajo, desempleo y vejez. Un acuerdo, en fin, que siente las bases para que esta generación construya el “Milagro colombiano” mediante la disciplina social de insistir en pocos temas básicos a los que los próximos gobiernos les den continuidad. Voy a liderar una campaña útil: sobre la gente y no sobre una persona; de propuestas y no de “slogans”; sobre sueños y no sobre recriminaciones; de inclusión y no de confrontación; sobre el futuro y no sobre el pasado; que ofrezca respuestas a los problemas de hoy, pero también el sueño de un nuevo país que forjaremos si tenemos la visión, la unidad y la determinación necesarias para alcanzarlo. Una campaña útil debe construir democracia y partidos, en lugar de destruirlos. Por eso le digo a mi partido, el Liberal, que debe renovarse, modernizarse y democratizarse. No vacilar en devolver a los ciudadanos el poder de decidir quien lo abanderará en esta campaña presidencial. Romper con el pasado y entender que no es tiempo de partidismos excluyentes ni dogmas sino de Unidad Nacional e inclusión. Reconozco tres adversarios para mi país: violencia, corrupción y pobreza. Propongo tres instrumentos para superarlos y hacer de Colombia una Democracia Segura: visión de largo plazo, unidad nacional y autonomía territorial. Y fe, mucha fe para creer que, juntos, todos nosotros, romperemos la inercia de la historia y haremos de Colombia una nación próspera y en paz. Muchas Gracias.
Colombianos y colombianas: quiero compartir con ustedes la decisión que he tomado de proponer mi nombre a la Presidencia de la República. RODRIGO RIVERA Anuncio de Candidatura a la Presidencia de la República, Bogotá, D.C, Mayo 18 de 2005. Buenas tardes a todos. Gracias por venir y acompañarme. Doy gracias a Dios por permitirme estar aquí, con mi familia y ante mi país. Imploro su sabiduría y protección durante este camino. Soy un hombre de familia, feliz en medio de mi esposa y de mis hijas. Orgulloso de mi origen de provincia. Un hombre de justicia educado en esta Universidad Libre en la ciencia del Derecho. Mis padres, Rodrigo y Edilma, juez y maestra, me dieron la preciosa herencia de su amor y sus valores. Ellos son mis raíces. También están aquí Sara y Manuela, cuya alegría y paz me inspiran a soñar, a esforzarme y a usar la imaginación para que crezcan en un país mejor. Hoy millones de colombianos trabajan más para ganar menos ingresos. Muchos se frustran en empleos inferiores a su capacidad o simplemente están desempleados. El Estado los agobia con tarifas e impuestos cada vez más costosos. Se hostiliza la iniciativa privada. La gente tiene carné pero no salud, cupos escolares pero no educación, subsidios pero no vivienda. Nada interrumpe la huida de colombianos hacia el exterior ni la de campesinos hacia las ciudades. La inseguridad en las calles aumenta, las familias colapsan y el clima de enfrentamientos llena el ambiente de “fuego amigo” como si pudiéramos ignorar que los verdaderos adversarios: pobreza, violencia y corrupción, están al frente y cobran cada día nuevas víctimas. La inercia sólo nos ofrece pesadumbres. Un crecimiento insuficiente, la depredación ambiental sistemática, la implosión del fisco nacional, un nuevo feudalismo que con señores de la guerra suplanta al Estado en diversas regiones, la corrupción reinante, la creciente exclusión y la insuficiencia de los esfuerzos de autoridad o negociación para alcanzar la paz, nos conducen a un destino alarmante. Las tendencias son tan desoladoras que sólo un milagro a ser construido durante esta generación- como el irlandés o el español o el de Malasia-, romperá la inercia y nos brindará la esperanza de un futuro mejor. Nuestra misión será inspirar y construir el “Milagro colombiano”. Para eso acompañé a Galán en su sueño de una Colombia nueva. Por eso he luchado, me he preparado y he defendido la urgencia de acuerdos nacionales que, con visión de largo plazo, afiancen el viraje que Colombia necesita. Por eso pongo hoy en manos de los colombianos mi candidatura a la Presidencia de la República. Durante este gobierno se recuperó el valor de la seguridad. Frente a los violentos la mano firme llegó para quedarse. Pero por parejo. No mano firme para unos y corazón grande para otros. La firmeza frente al delito es la única vía para alcanzar salidas al conflicto sin rendirnos ante los violentos. Hoy se ha vendido el falso dilema de reducir la democracia para incrementar la seguridad. Hay quienes piensan que es un precio aceptable. Yo no lo creo: Para derrotar la violencia, la corrupción y la pobreza propongo un paso firme hacia adelante. No retroceder con menos seguridad o menos democracia. El siguiente paso debe ser avanzar de la seguridad democrática a la democracia segura. Para lograr una democracia segura propongo un Acuerdo Nacional eficaz contra la violencia, la pobreza y la corrupción. Un acuerdo eficaz entre demócratas para romper el maridaje entre mafia, terrorismo y política y no claudicar ante el crimen organizado. Que alivie el fisco nacional adelgazando el Estado centralista y fortaleciendo el Estado Departamental y Municipal. Un acuerdo eficaz que enfrente como en un gran convite la emergencia del hambre y la desnutrición infantiles y salve esta nueva generación de niños y jóvenes. Un acuerdo eficaz que priorice megaproyectos de desarrollo y los convierta en propósitos nacionales de largo plazo. Un acuerdo eficaz que destierre el tráfico de puestos, contratos y partidas presupuestales y enfrente con la extinción de dominio el enriquecimiento ilícito derivado de la corrupción. Un acuerdo eficaz que construya una “Doctrina Colombia” para pedir de los Estados Unidos, el continente y el mundo un nuevo trato comercial derivado de nuestro valor estratégico y ambiental. Un acuerdo eficaz que defina un sistema integral de seguridad social que responda por enfermedades, accidentes de trabajo, desempleo y vejez. Un acuerdo, en fin, que siente las bases para que esta generación construya el “Milagro colombiano” mediante la disciplina social de insistir en pocos temas básicos a los que los próximos gobiernos les den continuidad. Voy a liderar una campaña útil: sobre la gente y no sobre una persona; de propuestas y no de “slogans”; sobre sueños y no sobre recriminaciones; de inclusión y no de confrontación; sobre el futuro y no sobre el pasado; que ofrezca respuestas a los problemas de hoy, pero también el sueño de un nuevo país que forjaremos si tenemos la visión, la unidad y la determinación necesarias para alcanzarlo. Una campaña útil debe construir democracia y partidos, en lugar de destruirlos. Por eso le digo a mi partido, el Liberal, que debe renovarse, modernizarse y democratizarse. No vacilar en devolver a los ciudadanos el poder de decidir quien lo abanderará en esta campaña presidencial. Romper con el pasado y entender que no es tiempo de partidismos excluyentes ni dogmas sino de Unidad Nacional e inclusión. Reconozco tres adversarios para mi país: violencia, corrupción y pobreza. Propongo tres instrumentos para superarlos y hacer de Colombia una Democracia Segura: visión de largo plazo, unidad nacional y autonomía territorial. Y fe, mucha fe para creer que, juntos, todos nosotros, romperemos la inercia de la historia y haremos de Colombia una nación próspera y en paz. Muchas Gracias.
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