jueves, diciembre 29, 2005

En aras de la reconciliación

El reconocimiento de Evo Morales a Santa Cruz como el motor del desarrollo nacional y su anunciado empeño de alentar ese empuje, ha sido recibido de forma positiva en la nación entera. Ahora queda por ver cómo Morales podrá armonizar las relaciones sectoriales. El presidente electo de la República, Evo Morales, dio en las últimas semanas varios pasos en aras de la reconciliación nacional. Visitó hace poco a los miembros de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), se reunió con algunos empresarios privados del país y, el miércoles, tuvo una importante, sino crucial, cita con el Comité Cívico Pro Santa Cruz. Mientras que ayer, talvez, en otro contexto, estuvo congregado con los cocaleros de las seis federaciones del trópico cochabambino, en la localidad de Eterazama. La reconciliación se hace necesaria en el país entre varios sectores, regiones y líderes que se vieron distanciados, unos con otros, y que, incluso, durante el proceso preelectoral se vieron, por momentos, seriamente confrontados. Sin embargo, Evo Morales está dando pasos que se esperan en el futuro, no lejano, permitan afirmar que los bolivianos nos entendemos y avanzamos. Por ejemplo, para rememorar cabe decir que hasta hace no mucho las relaciones entre Evo Morales y Santa Cruz eran más que tirantes, se habían convertido en realmente malas. Empero, esta situación quedó desvanecida, en gran medida, con la visita que hicieran Evo Morales y Álvaro García Linera, en sus condiciones de Presidente y Vicepresidente electos, respectivamente, al Comité Cívico cruceño. Fue una visita en la que quedó claro el propósito de Evo Morales de tomar contacto con la mayoría de las organizaciones protagónicas de la historia nacional, sin diferencias. En el caso del Comité Cívico Pro Santa Cruz, lo cierto es que, además de la acogida que tuvo el futuro Jefe de Estado entre los sectores productivos cruceños y sus cúpulas, Evo Morales reconoció la paternidad de Santa Cruz respecto del proceso autonómico y habló de él y, además, se comprometió a impulsarlo en el país en pro del bien común y del desarrollo equitativo de Bolivia. Los aplausos que recibió Morales en el seno de la entidad cívica cruceña prometen deseos claros de reconciliación, lo que para el país y para los planes del futuro gobierno son vitales. Ahora bien, todo depende de que lo expresado por el virtual Presidente de los bolivianos no se desdibuje por otro tipo de presiones de sectores sociales, y que los ofrecimientos de seguridad jurídica, autonomías y explotación de los yacimientos del Mutún, que demandan los cruceños, no se conviertan, con el paso de los meses, en sólo enunciados sin cumplir. Muchas críticas se han vertido sobre líderes que decían en cada lugar lo que la audiencia quería oír. Ya se sabe, además, que en Bolivia se pasan facturas caras si las promesas no se honran. La humildad con que el ganador de las últimas elecciones se manifestó ante los cívicos y empresarios cruceños, reconociendo su deseo de necesitar colaboración para suplir presuntas debilidades propias, ha causado un positivo efecto. En suma, el reconocimiento de Evo Morales a Santa Cruz como el motor del desarrollo nacional y su anunciado empeño de alentar ese empuje, ha sido recibido de forma positiva en la nación entera. Ahora queda por ver cómo Morales, ya al mando del Estado, podrá armonizar las relaciones sectoriales con el Gobierno, para lograr que todos trabajen en unidad y equidad.
Editorial del diario La Razón de Bolivia.

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