Violento desalojo de colonos en Cisjordania

Al menos 100 personas resultaron hasta ahora en la batalla campal que tiene lugar en el asentamiento judío de Amona, al noreste de Ramala, evacuado hoy en una operación en la que participan unos 6000 policías y soldados.

Fuentes de la Estrella Roja de David confirmaron que entre los heridos hay un policía en estado grave a causa de un bloque de cemento que los colonos lanzaron a los agentes desde un tejado, y que fue trasladado a un hospital de Jerusalén.

También se cuentan dos diputados de la extrema derecha, Efi Eitam y Arie Eldad, este último ingresado en un centro médico con fracturas en un brazo.

Desalojo. La evacuación de Amona, decidida por el gobierno israelí hace unos días y ratificada por el Tribunal Supremo de Israel esta misma mañana, dio lugar a una ola de disturbios en la zona, donde estos últimos días se habían atrincherado entre 2000 y 3000 colonos ultranacionalistas.

"Esta tierra es del pueblo judío porque así está escrito en la Biblia", dijo a la agencia EFE uno de los manifestantes desalojados mientras era conducido a la zona donde la policía concentra a los evacuados, entre dos cordones policiales.

"(El primer ministro en funciones, Ehud) Olmert sigue el camino de Sharón, y lo único que quiere con nuestra evacuación es ganar las próximas elecciones", afirma Yosi Feinbeim, de 20 años, quien llegó anoche a Amoná procedente de Jerusalén, con cinco amigos.

Hasta ahora, la policía desalojó seis de los nueve inmuebles por los colonos y las excavadoras están demoliendo los tres primeros.

La orden gubernamental autoriza la demolición de nueves estructuras de cemento levantadas sin la licencia de las autoridades en una colina frente al asentamiento de Ofrá, pero no la evacuación de varias casas prefabricadas ubicadas en el mismo monte a unos cien metros.

El asentamiento. Amona forma parte de un cinturón de enclaves numerados del 1 al 5 que rodean el de Ofrá, en una estrategia de los colonos para a crear una continuidad territorial en la zona que evite su evacuación en un futuro proceso de paz con los palestinos.

La construcción de las nueve viviendas en Amona fue denunciada hace dos años por el movimiento "Paz Ahora", que gracias a las presiones internacionales doblegó al gobierno israelí para conseguir su evacuación.

Pero el proceso de desalojo del pequeño enclave resultó incluso más difícil que la evacuación de algunos asentamientos de Gaza mucho más grandes en agosto pasado, ya que la capacidad de reclutamiento por parte de los líderes nacionalistas fue sorprendente.

Atrincherados en el interior y en los tejados, los manifestantes lanzaron a los agentes desde cubos de excrementos, pintura, agua y aceite, hasta huevos, lozas, bloques de piedra, o marcos de ventanas y puertas.

Las autoridades israelíes emplean en la operación a unos 1600 agentes de la Policía y de la Guardia de Fronteras, mientras que otros 1200 se encuentran de camino para reforzar a sus compañeros tras la evacuación de las primeras cuatro casas.

Por su parte, el Ejército aportó a la operación entre 3000 y 4000 efectivos, que se encargan únicamente de la seguridad en el perímetro del asentamiento, a fin de impedir la llegada de más colonos o de atacantes palestinos.

El desalojo de los atrincherados la llevan a cabo unidades de asalto de la Policía, cuyas únicas armas son porras de madera, gases lacrimógenos y un cañón de agua, empleado para abrir un "pasillo" a los agentes que deben subir a los tejados y marcar con tinta verde a los manifestantes que, en teoría, serán llevados a juicio.

Fuente: La Nación, Argentina.