Acuerdo del gas incomoda a Chile y Bolivia logra apoyo de Uruguay

El acuerdo energético firmado el pasado jueves por el presidente de la República, Evo Morales Aima y su similar de Argentina, Néstor Kirchner, que restringe a Buenos Aires revender el gas boliviano a Santiago, ha provocado malestar en varios sectores políticos en Chile, informó el portal de noticias La Tercera. Entre tanto, el canciller de la República, David Choquehuanca informó ayer desde Paraguay que el Gobierno de Uruguay expresó su "apoyo fundamental" para que Bolivia y Chile puedan encontrar una solución a la demanda histórica del pueblo boliviano.

Aunque el Gobierno chileno, no expresó ningún comunicado oficial al respecto, se conoce que el acuerdo también ha provocado polémica al interior de la administración gubernamental de ese país, que ha ratificado ayer que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet recibirá mañana en el Palacio de la Moneda a la delegación boliviana, encabezada por la viceministra de Relaciones Económicas y Comercio Exterior, María Luisa Ramos.

Aunque la visita tiene como objetivo el encuentro del comité de administración del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 22), se estima que será una buena oportunidad para conversar otros temas de la contingencia bilateral. En lo que fuentes oficiales consideran "un gesto político" hacia el gobierno de Evo Morales, la presidenta chilena recibirá antes, en audiencia especial, al cónsul general de Bolivia en Santiago, José Enrique Pinelo. La viceministra Ramos es la segunda autoridad de La Paz que visita Santiago desde que el mandatario boliviano vino a la transmisión del mando presidencial en marzo pasado. Otra actividad que cumplirá la delegación visitante será el lanzamiento de la Cámara Chileno-Boliviana, semejante a la que se organizó exitosamente con Perú.

Crisis chilena

La escasez de gas natural en Argentina y el descarte de las plantas nucleares ha hecho poner los ojos al Gobierno chileno en la generación de combustibles alternativos como los biocombustibles para enfrentar la grave crisis energética que enfrentará ese país en los próximos años. La necesidad de diversificar la matriz energética apunta fundamentalmente a reemplazar el gas argentino, que actualmente tiene gran empleo en la generación eléctrica y en el consumo industrial y domiciliario.

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