El Senado prepara una moción que cuestiona la nueva estrategia del presidente George W. Bush en Irak y condena el despliegue de 21,500 militares adicionales, en un texto preparado por los especialistas de Defensa de las bancadas tanto demócrata como republicana. ''Es realmente el momento de que el Senado se exprese claramente'', explicó ayer el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el demócrata Joseph Biden, recordando que se trata de dar un mensaje simple al presidente George W. Bush: ``¡No envíe más soldados estadounidenses en medio de una guerra civil!''.
Un acuerdo anunciado la víspera por el presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, el demócrata Carl Levin, y su respetado predecesor republicano John Warner parece abrir la vía a la adopción la semana próxima de un proyecto de resolución, no vinculante, que rechaza el despliegue de 21,500 soldados suplementarios en Irak.
Ese texto está a mitad de camino entre otro texto adoptado la semana pasada por la Comisión de Asuntos Exteriores y un proyecto más moderado presentado por Warner con apoyo de otros republicanos influyentes. Rechaza el despliegue de refuerzos militares anunciado el 10 de enero, dispone que sea menor a los 21,500 hombres, e incluye un elemento de consenso entre los republicanos y la mayor parte de los demócratas: el rechazo a cortar el financiamiento de la guerra, una solución exigida por las bases del Partido Demócrata y sus sectores más izquierdistas.
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