Mineros bolivianos finalizan su protesta contra el gobierno

Los miles de mineros que habían tomado el centro de La Paz con marchas de protesta y dinamitazos en rechazo a un incremento de impuestos a la minería privada empezaron a desmovilizarse ayer luego de alcanzar un acuerdo con el gobierno. Resolvieron finalizar la protesta luego de firmar un compromiso con el gobierno por el que recibirán $ 10 millones. El gobierno suspendió la aplicación de un ajuste de impuestos al sector cediendo a las presiones de los mineros, luego de una reunión de sus dirigentes con las autoridades en la que participó el propio presidente Evo Morales. Las deliberaciones se realizaron durante seis horas en el despacho del vicepresidente Alvaro García Linera.

El acuerdo señala que se buscarán otros mecanismos para mejorar la contribución de los socios de cooperativas mineras al estado. La suspensión del proyectado ajuste también beneficia a las empresas privadas extranjeras y bolivianas, aclaró el dirigente minero Andrés Villca. Morales agradeció a los mineros por lograr un acuerdo y les prometió $10 millones para reactivar la industria, pero no precisó si será un crédito. Poco antes de la reunión, los movilizados protagonizaron violentas marchas por las calles del centro de La Paz. El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, declaró a la prensa que dos policías fueron golpeados por los mineros y que otros cuatro fueron tomados de rehenes y luego liberados. Rada indicó que ``un grupo de mineros radicalizados, entre ellos algunos en estado inconveniente (de ebriedad), intentaron agredir a la policía y dar un pretexto para la ruptura del diálogo''.

Los trabajadores acostumbran usar dinamita en sus protestas, pero ayer las detonaciones fueron más numerosas que antes, lo que motivó la alarma de la población y el llamado del gobierno a no insistir en su uso. Poco antes de los incidentes, el dirigente Villca, dijo que los manifestantes no realizarían marchas como el martes y que se mantendrían en ''vigilia'' en las inmediaciones de la Céntrica plaza San Francisco a la espera de los resultados de las conversaciones. El Ejecutivo había exigido a los mineros que no detonaran más dinamita, al manifestar su propósito de allanar obstáculos para el diálogo. Coincidentemente, una jueza liberó a los ocho mineros detenidos entre el lunes y martes en posesión de gran cantidad de dinamita. Antes de que se iniciaran las protestas, Morales había dicho que el sector privado debe pagar ''algo más'' toda vez que en el 2006, de los $1,070 millones que recibió por exportaciones, sólo tributó $45.5 millones. Señaló que el gobierno espera lograr que la tributación, sobre todo con aportes de las empresas más grandes, llegue a $ 300 millones.