Tras el histórico varapalo sufrido ayer por su partido, el Liberal Demócratico, en las elecciones parciales al Senado, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se ha comprometido a remodelar su Gobierno y la ejecutiva del partido, pero ha insistido en que no dimitirá de su cargo. El PLD, en el poder en Japón desde 1955, perdió ayer el control de la Cámara alta nipona ante el Partido Democrático en su peor derrota electoral de su historia.
En su balance de las elecciones, Abe ha descartado de nuevo presentar su renuncia y rechaza disolver la Cámara Baja, donde el PLD y su socio Nuevo Komeito mantienen una clara mayoría, con 336 de los 480 escaños. También descarta adelantar las elecciones generales, previstas para 2009.
En el senado, que ayer renovó a la mitad de sus 242 miembros, el PLD y Nuevo Komeito obtuvieron 46 escaños, por 60 del Partido Democrático de Ichiro Ozawa. Sumados a los 63 que ya tenía, el PD se ha hecho con la mayoría absoluta del Senado. Sin el control de la Cámara Alta, el país se enfrenta a una posible paralización legislativa.
Lo que sí ha anunciado es una remodelación del Gobierno para cumplir con la prometida recuperación económica, así como con otras reformas anunciadas, sobre todo de carácter social. "Los resultados de las elecciones han sido muy duros para el PLD y asumo toda la responsabilidad como líder del partido", ha dicho Abe en una rueda de prensa. "No obstante, tengo la responsabilidad de cumplir con mi deber de conseguir la recuperación económica", ha añadido el primer ministro, anunciando que la remodelación del Ejecutivo se acometerá tras la celebración de una sesión especial del Parlamento para la que aún no hay fecha. "La voz del pueblo dice que renovemos el personal completamente", ha admitido Abe.
Shinzo Abe, de 52 años, se enfrentaba a su primera gran cita electoral nacional de su mandato, del que apenas ha cumplido 10 meses. Aunque accedió al poder con una popularidad del 70%, los niveles de aceptación ha caído al 30% por los casos de corrupción de su Gobierno y, sobre todo, por la crisis de las pensiones en el país más envejecido del mundo: un error burocrático en el cambio de formato de los expedientes ha dejado a millones de pensionistas sin posibilidad de demostrar que son los beneficiarios del dinero. Aunque el fallo no se produjo durante su mandato, es Abe el que está pagando las consecuencias.
Además, se han producido escándalos sobre fondos públicos en el Ministerio de Agricultura. El anterior titular se suicidó y su sustituto ha sido acusado de corrupción. También tuvo que afrontar la dimisión del ministro de Defensa, Shigeru Ishiba, que además, ha pedido la dimisión de Abe en declaraciones al periódico Yomiuri. "Si no lo hace, el PLD estará perdido", ha dicho.
Fuente: Diario El País de España
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