Tras el fracaso de la reunión del G4, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, instó hoy finalizar positivamente las negociaciones de la Ronda de Doha con el objetivo de reducir las disparidades del comercio mundial. "El mundo necesita desesperadamente que las negociaciones comerciales de Doha lleguen a buen puerto. Los obstáculos al comercio, los subsidios agrícolas y las reglas demasiado exigentes sobre derechos de propiedad intelectual aumentan las desigualdades en el mundo", dijo al inaugurar la reunión anual del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de la ONU en Ginebra.
Las negociaciones de la Ronda de Desarrollo de Doha, que se celebran en la Organización Mundial del Comercio (OMC), atraviesan un momento crítico tras varios meses de parálisis. En su discurso, Ban fue más lejos en su invocación y afirmó que actuar de otra manera "vacía de sentido nuestras grandes declaraciones sobre la eliminación del hambre y la pobreza" y que "ha llegado la hora de transformar las promesas en avances reales". Sostuvo que las declaraciones de buenas intenciones por parte de la comunidad internacional en favor de los países más pobres "son letra muerta si no se dispone de una financiación adecuada".
Por ello, instó a las naciones desarrolladas a cumplir con el objetivo de destinar el 0,7 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) a la ayuda pública y al desarrollo. Además los comprometió a acordar un calendario concreto para el aumento de esas contribuciones, de modo que "cumplan con los compromisos que han asumido de aquí a 2010 y 2015".
Las negociaciones de la Ronda de Desarrollo de Doha, que se celebran en la Organización Mundial del Comercio (OMC), atraviesan un momento crítico tras varios meses de parálisis. En su discurso, Ban fue más lejos en su invocación y afirmó que actuar de otra manera "vacía de sentido nuestras grandes declaraciones sobre la eliminación del hambre y la pobreza" y que "ha llegado la hora de transformar las promesas en avances reales". Sostuvo que las declaraciones de buenas intenciones por parte de la comunidad internacional en favor de los países más pobres "son letra muerta si no se dispone de una financiación adecuada".
Por ello, instó a las naciones desarrolladas a cumplir con el objetivo de destinar el 0,7 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) a la ayuda pública y al desarrollo. Además los comprometió a acordar un calendario concreto para el aumento de esas contribuciones, de modo que "cumplan con los compromisos que han asumido de aquí a 2010 y 2015".
Fuete: Diario La Nación de Buenos Aires
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