Instalados dentro el Liceo Militar, sin la oposición y en medio de disturbios, el Movimiento Al Socialismo (MAS) junto a sus aliados tienen previsto aprobar hoy -de acuerdo al orden del día- el proyecto en grande de la nueva Constitución Política del Estado por mayoría absoluta.
Para cumplir con este cometido, "sin violar las normas", reinstalada las sesiones en el paraninfo del instituto militar, los 145 asambleístas oficialistas aprobaron de forma unánime varias modificaciones al reglamento interno de debates del cónclave.
El oficialismo calcula 10 días para aprobar la nueva Constitución en todas sus instancias. Así lo informó el primer vicepresidente, Roberto Aguilar. Serán jornadas maratónicas y el MAS se siente seguro para sesionar bajo el fuerte resguardo policial, militar y la vigilia que tiene a su favor de sectores campesinos y vecinos de El Alto.
Después de tres meses de paralización y a sólo tres semanas de que concluya su mandato, la Asamblea Constituyente logró reunir ayer a 145 asambleístas, más de los que el propio oficialismo esperaba, con lo que reanudó sus sesiones sin mayores inconvenientes.
Un asesor del MAS llegó con dos asambleístas de Podemos, Ramiro Ucharico y Edilberto Arispe. Éste dijo que nunca perteneció a esa sigla y que responde a las organizaciones. Lindo Fernández (Podemos) ya estaba en el recinto. Otro de los que no hizo caso a su jefe de bancada fue el alteño Emilio Gutiérrez de Unidad Nacional que, como ya está acostumbrado, se presentó con el dorso desnudo.
Asistieron varios otros asambleístas de partidos aliados del MAS, como los paceños de ASP, los disidentes de CN, un representante de AYRA, el único de MCFA y la mayoría de los del MSM. Pero quienes se robaron la atención fueron los asambleístas chuquisaqueños del oficialismo, que asistieron a la sesión pese a la movilización general de su departamento. "Primero está el interés nacional, antes que la Capitalidad", dijo la jefa de bancada, María Oporto, y le corroboró el presidente de la representación regional, Esteban Urquizu. "El Comité Interinstitucional es pongo del Marinkovic", dijo. A ellos se sumó, el ejecutivo campesino de Chuquisaca, Damián Condori, que dijo que lo prioritario ya no es la Capitalidad sino el bien común.
La sesión que estaba citada para las 14:00 comenzó a las 15:40, en medio de fuertes medidas de seguridad. La prensa tuvo que sortear dos rigurosos controles, uno policial y otro militar. Pese a que el reglamento de la Asamblea dice que las sesiones son públicas, ningún "civil" pudo ingresar.
Con el puño izquierdo levantado y la mano derecha en el corazón, los masistas entonaron el himno nacional y abrieron la sesión. La sala estalló en júbilo cuando la segunda secretaria, Svetlana Ortiz, leyó los resultados de la lista. El MAS sedujo a 145 constituyentes con lo que rebasó el mínimo requerido para hacer quórum.
La sesión comenzó como ensayada. La presidenta Silvia Lazarte leyó el orden del día; Félix Cárdenas propuso modificarla; Mirtha Jiménez le apoyó; Lazarte llamó al voto y la sala aprobó el nuevo orden del día con 140 votos. Asistencia; lectura de correspondencia; renuncia de Jorge Arias; modificación de reglamento; informe de la directiva e informe de comisiones es la nueva agenda.
Enseguida se aceptó la pérdida de mandato de Jorge Arias y una resolución para que el MAS tramite su curul ante la Corte Nacional Electoral. Se conoció que el mejor votado después de Arias en Santa Cruz fue Octavio Hurtado.
Hubo varios criterios divergentes para modificar el reglamento, aunque todas las propuestas apuntaban a reducir al máximo el tiempo del debate y los procedimientos. Los criterios divergentes se hicieron a un lado en el momento de la votación: todas las votaciones fueron por unanimidad. Así, la Constitución se aprobará prácticamente sin debate y ya no habrá aprobación en detalle, sino que será por libros o parte de la Constitución. Los 354 artículos que tienen la Constitución del MAS se dividirán en cuatro partes y habrá sólo media hora para discutir cada parte. Con esta disposición, el cálculo de Aguilar podría reducirse a la mitad
Continue leyendo el artículo del diario Los Tiempos de Cochabamba, Bolivia
Para cumplir con este cometido, "sin violar las normas", reinstalada las sesiones en el paraninfo del instituto militar, los 145 asambleístas oficialistas aprobaron de forma unánime varias modificaciones al reglamento interno de debates del cónclave.
El oficialismo calcula 10 días para aprobar la nueva Constitución en todas sus instancias. Así lo informó el primer vicepresidente, Roberto Aguilar. Serán jornadas maratónicas y el MAS se siente seguro para sesionar bajo el fuerte resguardo policial, militar y la vigilia que tiene a su favor de sectores campesinos y vecinos de El Alto.
Después de tres meses de paralización y a sólo tres semanas de que concluya su mandato, la Asamblea Constituyente logró reunir ayer a 145 asambleístas, más de los que el propio oficialismo esperaba, con lo que reanudó sus sesiones sin mayores inconvenientes.
Un asesor del MAS llegó con dos asambleístas de Podemos, Ramiro Ucharico y Edilberto Arispe. Éste dijo que nunca perteneció a esa sigla y que responde a las organizaciones. Lindo Fernández (Podemos) ya estaba en el recinto. Otro de los que no hizo caso a su jefe de bancada fue el alteño Emilio Gutiérrez de Unidad Nacional que, como ya está acostumbrado, se presentó con el dorso desnudo.
Asistieron varios otros asambleístas de partidos aliados del MAS, como los paceños de ASP, los disidentes de CN, un representante de AYRA, el único de MCFA y la mayoría de los del MSM. Pero quienes se robaron la atención fueron los asambleístas chuquisaqueños del oficialismo, que asistieron a la sesión pese a la movilización general de su departamento. "Primero está el interés nacional, antes que la Capitalidad", dijo la jefa de bancada, María Oporto, y le corroboró el presidente de la representación regional, Esteban Urquizu. "El Comité Interinstitucional es pongo del Marinkovic", dijo. A ellos se sumó, el ejecutivo campesino de Chuquisaca, Damián Condori, que dijo que lo prioritario ya no es la Capitalidad sino el bien común.
La sesión que estaba citada para las 14:00 comenzó a las 15:40, en medio de fuertes medidas de seguridad. La prensa tuvo que sortear dos rigurosos controles, uno policial y otro militar. Pese a que el reglamento de la Asamblea dice que las sesiones son públicas, ningún "civil" pudo ingresar.
Con el puño izquierdo levantado y la mano derecha en el corazón, los masistas entonaron el himno nacional y abrieron la sesión. La sala estalló en júbilo cuando la segunda secretaria, Svetlana Ortiz, leyó los resultados de la lista. El MAS sedujo a 145 constituyentes con lo que rebasó el mínimo requerido para hacer quórum.
La sesión comenzó como ensayada. La presidenta Silvia Lazarte leyó el orden del día; Félix Cárdenas propuso modificarla; Mirtha Jiménez le apoyó; Lazarte llamó al voto y la sala aprobó el nuevo orden del día con 140 votos. Asistencia; lectura de correspondencia; renuncia de Jorge Arias; modificación de reglamento; informe de la directiva e informe de comisiones es la nueva agenda.
Enseguida se aceptó la pérdida de mandato de Jorge Arias y una resolución para que el MAS tramite su curul ante la Corte Nacional Electoral. Se conoció que el mejor votado después de Arias en Santa Cruz fue Octavio Hurtado.
Hubo varios criterios divergentes para modificar el reglamento, aunque todas las propuestas apuntaban a reducir al máximo el tiempo del debate y los procedimientos. Los criterios divergentes se hicieron a un lado en el momento de la votación: todas las votaciones fueron por unanimidad. Así, la Constitución se aprobará prácticamente sin debate y ya no habrá aprobación en detalle, sino que será por libros o parte de la Constitución. Los 354 artículos que tienen la Constitución del MAS se dividirán en cuatro partes y habrá sólo media hora para discutir cada parte. Con esta disposición, el cálculo de Aguilar podría reducirse a la mitad
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