Lula y Evo retoman su alianza

Una nueva era de las relaciones entre Bolivia y Brasil se inauguró ayer, con la firma de varios acuerdos que dan paso a proyectos de inversión energética y ayuda en las áreas económica, social, científica y de desarrollo. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al enfatizar en estos convenios sentenció que ahora “vamos a iniciar una nueva etapa en nuestras relaciones con inversiones, cooperación y acciones conjuntas que propicien un nuevo salto”. Atrás quedaron las diferencias que surgieron por la política de hidrocarburos que el presidente Evo Morales implantó en Bolivia con el decreto de la nacionalización, del 1º de mayo del 2006. Ayer, ambos mandatarios confirmaron su amistad y la de los pueblos que presiden.

En un cálido discurso, como es su costumbre, Lula dijo: “A los que pronosticaron el enfriamiento de nuestras relaciones, les respondemos con la cooperación y con una agenda renovada. Bolivia y Brasil serán aliados en un objetivo más amplio de integración sudamericana”. En el discurso posterior, el Jefe de Estado boliviano, primero, dijo que “este acuerdo desbloquea todas las susceptibilidades que existían de pueblo a pueblo, o de empresa a empresa. Estoy seguro de que este acuerdo desbloquea las inversiones”. En efecto, Brasil había congelado sus inversiones petroleras en Bolivia, como reacción al decreto de Morales que cambió las reglas del juego en esta materia.

El mandatario anfitrión aclaró ayer que “jamás fue para dañar a una empresa o expulsarla, pero sí para reunirnos, para trabajar en el marco de la nueva lógica: queremos socios, no dueños, y siento que el mensaje, la decisión la estamos cumpliendo”. Morales y Lula dialogaron en el despacho presidencial durante cuatro horas, cuando estaban previstas sólo dos. “Es importante la complementación de los presidentes de los gobiernos para resolver las necesidades que tienen nuestros pueblos en esta coyuntura”, afirmó luego Morales. En el hall del Palacio de Gobierno, los discursos, de tono optimista, coincidieron en un norte: la integración regional. “Querido presidente Evo Morales, vuelvo a Brasil aún más convencido de que el diálogo y la perseverancia son nuestros mejores aliados”, aseveró Lula. Y posteriormente, que “la palabra integración dejó de ser un discurso de campaña electoral; ahora es necesaria para que podamos hacer integración de economías, culturas y de la gente”. En ese marco, reflexionó para que los países más grandes de la región —Brasil, Argentina y Venezuela— deben “resolver el problema de las asimetrías de las naciones... tenemos que ayudar en lo que sea posible, porque no tiene razón una nación rica cercada de pobres por todos lados”.

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