De la mano de un ex obispo, Paraguay dio ayer un paso histórico y logró lo que durante 61 años le fue imposible: la alternancia del poder. Al frente de una coalición con predominio de agrupaciones de izquierda, Fernando Lugo, de 56 años, que dejó los hábitos para combatir la pobreza desde la arena política, logró un rotundo triunfo en las urnas y puso fin a la hegemonía del Partido Colorado, en el gobierno desde 1947.
Lugo, con el 40,8% de los votos, fue proclamado anoche presidente electo por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). La candidata oficialista, Blanca Ovelar, obtenía el 30,8%. En el tercer puesto se ubicaba el general retirado Lino Oviedo, con el 21,9 por ciento.
“Ustedes son culpables de la alegría de la mayoría del pueblo. Hoy podemos decir que los pequeños también están capacitados para vencer”, afirmó el ex obispo. Una de las primeras felicitaciones que recibió fue de Cristina Kirchner. Esta madrugada, decenas de paraguayos festejaron en el Obelisco, en Buenos Aires.
Ovelar y Oviedo reconocieron anoche la victoria de la Alianza Patriótica por el Cambio, que encabeza el ex obispo y que incluyó al tradicional Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Formado en la Teología de la Liberación, Lugo, que fue a votar de la mano de Hebe de Bonafini, se cuidó durante la campaña electoral de no mostrarse cercano a líderes populistas como Hugo Chávez, en Venezuela, y Evo Morales, en Bolivia. Analistas y políticos, no obstante, consideran que su programa de gobierno, que incluye una amplia reforma agraria y la renegociación de los tratados binacionales de las represas hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, tendrá un marcado corte izquierdista.
Su promesa de renegociar los acuerdos energéticos ha inquietado a los gobiernos de la Argentina y de Brasil, ya que, de concretarse, aumentarían los precios de la electricidad que Paraguay vende a ambos países.
"Hemos escrito una nueva página en la historia nacional. Desde el último indígena chaqueño hasta el más pudiente que vive en Asunción tiene que felicitarse, porque hemos dado un paso de madurez en la consolidación de esta democracia paraguaya", dijo anoche ante miles de simpatizantes Lugo, que asumirá el 15 de agosto por cinco años. "Que este pueblo sea conocido de ahora en más por su honestidad y no por su corrupción", añadió.
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Lugo, con el 40,8% de los votos, fue proclamado anoche presidente electo por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). La candidata oficialista, Blanca Ovelar, obtenía el 30,8%. En el tercer puesto se ubicaba el general retirado Lino Oviedo, con el 21,9 por ciento.
“Ustedes son culpables de la alegría de la mayoría del pueblo. Hoy podemos decir que los pequeños también están capacitados para vencer”, afirmó el ex obispo. Una de las primeras felicitaciones que recibió fue de Cristina Kirchner. Esta madrugada, decenas de paraguayos festejaron en el Obelisco, en Buenos Aires.
Ovelar y Oviedo reconocieron anoche la victoria de la Alianza Patriótica por el Cambio, que encabeza el ex obispo y que incluyó al tradicional Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Formado en la Teología de la Liberación, Lugo, que fue a votar de la mano de Hebe de Bonafini, se cuidó durante la campaña electoral de no mostrarse cercano a líderes populistas como Hugo Chávez, en Venezuela, y Evo Morales, en Bolivia. Analistas y políticos, no obstante, consideran que su programa de gobierno, que incluye una amplia reforma agraria y la renegociación de los tratados binacionales de las represas hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, tendrá un marcado corte izquierdista.
Su promesa de renegociar los acuerdos energéticos ha inquietado a los gobiernos de la Argentina y de Brasil, ya que, de concretarse, aumentarían los precios de la electricidad que Paraguay vende a ambos países.
"Hemos escrito una nueva página en la historia nacional. Desde el último indígena chaqueño hasta el más pudiente que vive en Asunción tiene que felicitarse, porque hemos dado un paso de madurez en la consolidación de esta democracia paraguaya", dijo anoche ante miles de simpatizantes Lugo, que asumirá el 15 de agosto por cinco años. "Que este pueblo sea conocido de ahora en más por su honestidad y no por su corrupción", añadió.
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