BOLIVIA: Reconciliación con Perú

Como no podía ser de otro modo, Bolivia ha lanzado una señal conciliadora al Perú a través del canciller David Choquehuanca, quien se puso en contacto con su colega peruano, José Antonio García Belaúnde, con el propósito de aplacar una situación extremadamente incómoda que se creó entre ambas naciones por unas cuestionadas declaraciones del presidente Evo Morales, que merecieron una respuesta muy dura del primer mandatario vecino, Alan García. Desde hacía un siglo, cuando menos, las relaciones entre Bolivia y Perú no transitaban por caminos tan complejos y distantes como en los últimos días. Pues bien, ahora parece que las relaciones tienden a encaminarse por un buen sendero, de acuerdo con lo expresado por el jefe de la diplomacia peruana cuando manifestó que es claro "que hay una voluntad de reencauzar las relaciones y volver al tono de amistad y de colaboración que debemos tener". Esto significará, seguramente, el retorno a La Paz del embajador de Perú, Fernando Rojas, quien fue llamado a consultas, y, desde luego, que se baje el tono en cuanto a los asuntos internos peruanos, como aquella supuesta base norteamericana que se estaría instalando en el país vecino, que, por razones de soberanía, cierto o falso, sólo le incumbe al Perú.

Es una buena noticia, en todo caso, que Bolivia y Perú retomen el camino de amistad y hermandad que jamás deben ser interrumpidos, porque va contra la naturaleza de nuestros vínculos históricos. Respetemos, recíprocamente, los principios soberanos de cada quién y no tratemos de intervenir en los asuntos internos de nadie. Finalmente, si existen diferencias de apreciación política o económica entre uno u otro Estado, ese es un asunto que puede suceder, pero que no significa llegar a extremos de incomodidad recíproca, como los que se ha alcanzado.

No cabe duda de que en Bolivia causa un profundo alivio y satisfacción el hecho de que se normalicen las relaciones con Perú. Resulta inconcebible que las cosas marchen de otro modo. Sin una buena relación con ese país, hasta las conversaciones con Chile dejan de tener sentido; ambas naciones del Pacífico gravitan fuertemente sobre Bolivia.

Fuente: Editorial de La Razón de Bolivia