La Casa Blanca cifra sus esperanzas en una serie de presunciones económicas optimistas para su presupuesto que le permiten al gobierno estimar una reducción del déficit en los próximos años mayor a lo que muchos analistas privados prevén.
El pronóstico del presupuesto asume que el producto interno bruto de Estados Unidos ?la producción total del país? descenderá cerca de 1,2% este año, mientras que los pronósticos privados ?medidos por el sondeo Blue Chip? estiman un declive del 1,9%. El equipo de Barack Obama pronostica un crecimiento de 3,2% para el año que viene, mientras que analistas profesionales esperan una expansión del 2,1%.
Las previsiones económicas son vitales para los pronósticos presupuestarios. Un crecimiento más fuerte se traduce en más ganancias para las empresas y más ingresos para las personas. Eso significa una mayor recaudación tributaria, lo que puede reducir el déficit anual del país, así como su deuda total.
El presupuesto de Obama sitúa el déficit en menos de US$ 600.000 millones a partir de 2012, comparado con US$ 1,75 billones (millón de millones) este año. Lograr eso requiere que el PIB crezca más de 4% por año para entonces ?lo que significa que EE.UU. volvería rápidamente a las tasas de crecimiento que disfrutó en los años de bonanza de los 90? después del peor shock financiero desde la Gran Depresión. Un crecimiento tal estaría más de un punto porcentual por encima de las estimaciones de crecimiento del sector privado para 2011 y 2012.
Hablando con reporteros el jueves, la economista de la Casa Blanca Christina Romer calificó las proyecciones como "un pronóstico honesto", basado en las estimaciones de los analistas profesionales del gobierno. "Yo rechazaría la premisa de que vemos las cosas color de rosa", dijo. "Sin duda somos un poco más optimistas, pero no descabellados".
Siga leyendo el artículo del diario The Wall Street Journal Américas en el diario La Nación de Buenos Aires
El pronóstico del presupuesto asume que el producto interno bruto de Estados Unidos ?la producción total del país? descenderá cerca de 1,2% este año, mientras que los pronósticos privados ?medidos por el sondeo Blue Chip? estiman un declive del 1,9%. El equipo de Barack Obama pronostica un crecimiento de 3,2% para el año que viene, mientras que analistas profesionales esperan una expansión del 2,1%.
Las previsiones económicas son vitales para los pronósticos presupuestarios. Un crecimiento más fuerte se traduce en más ganancias para las empresas y más ingresos para las personas. Eso significa una mayor recaudación tributaria, lo que puede reducir el déficit anual del país, así como su deuda total.
El presupuesto de Obama sitúa el déficit en menos de US$ 600.000 millones a partir de 2012, comparado con US$ 1,75 billones (millón de millones) este año. Lograr eso requiere que el PIB crezca más de 4% por año para entonces ?lo que significa que EE.UU. volvería rápidamente a las tasas de crecimiento que disfrutó en los años de bonanza de los 90? después del peor shock financiero desde la Gran Depresión. Un crecimiento tal estaría más de un punto porcentual por encima de las estimaciones de crecimiento del sector privado para 2011 y 2012.
Hablando con reporteros el jueves, la economista de la Casa Blanca Christina Romer calificó las proyecciones como "un pronóstico honesto", basado en las estimaciones de los analistas profesionales del gobierno. "Yo rechazaría la premisa de que vemos las cosas color de rosa", dijo. "Sin duda somos un poco más optimistas, pero no descabellados".
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