El Congreso Nacional realizará mañana miércoles una sesión que pasará a la historia por el punto de agenda que ocupará la atención del debate legislativo: la restitución o no del depuesto presidente Manuel Zelaya. Los diputados debatirán el tema sin presiones de carácter político, en virtud de que ya pasaron las elecciones generales del 29 de noviembre.
Semanas atrás, el Congreso Nacional convocó a sesiones para el 2 de diciembre, a fin de dar tiempo a las instituciones pertinentes a que rindieran su informe en torno a los acontecimientos del 28 de junio.
Manuel Zelaya Rosales perdió el poder de la nación por las constantes violaciones a la ley y por promover la reelección presidencial, lo cual violenta el artículo 239 de la Constitución. El plan de Zelaya era convocar a una consulta ilegal para instalar una asamblea nacional constituyente y derogar la actual Constitución de la República.
Producto de la crisis que generó su salida del poder y del país, la comunidad internacional propició una negociación en Costa Rica, de la cual surgió el Acuerdo de San José, contentivo de 12 puntos. El plan fue declarado fracasado por Zelaya Rosales. Sin embargo, con la mediación de Estados Unidos y la OEA, fue posible retornar a la mesa amparados en el diálogo Guaymuras, del cual surgió el Acuerdo de Tegucigalpa-San José.
En su punto número uno, este acuerdo contemplaba la creación de un gobierno de unidad y reconciliación antes del 5 de noviembre. Zelaya se negó a enviar un listado de 10 personas para integrar este gobierno, porque interpretó que él debía presidirlo. Estados Unidos le aclaró que el gobierno de unidad no tenía nada que ver con la restitución, asunto que sería dirimido por el Congreso Nacional, tal y como lo establece el punto cinco.
Para dar cumplimiento al punto cinco, que ordena al Congreso dirimir este asunto, previa consulta con las instituciones pertinentes, se convocó para mañana miércoles 2 de diciembre.
Siga leyendo el artículo del diario El Heraldo de Tegucigalpa, Honduras
Semanas atrás, el Congreso Nacional convocó a sesiones para el 2 de diciembre, a fin de dar tiempo a las instituciones pertinentes a que rindieran su informe en torno a los acontecimientos del 28 de junio.
Manuel Zelaya Rosales perdió el poder de la nación por las constantes violaciones a la ley y por promover la reelección presidencial, lo cual violenta el artículo 239 de la Constitución. El plan de Zelaya era convocar a una consulta ilegal para instalar una asamblea nacional constituyente y derogar la actual Constitución de la República.
Producto de la crisis que generó su salida del poder y del país, la comunidad internacional propició una negociación en Costa Rica, de la cual surgió el Acuerdo de San José, contentivo de 12 puntos. El plan fue declarado fracasado por Zelaya Rosales. Sin embargo, con la mediación de Estados Unidos y la OEA, fue posible retornar a la mesa amparados en el diálogo Guaymuras, del cual surgió el Acuerdo de Tegucigalpa-San José.
En su punto número uno, este acuerdo contemplaba la creación de un gobierno de unidad y reconciliación antes del 5 de noviembre. Zelaya se negó a enviar un listado de 10 personas para integrar este gobierno, porque interpretó que él debía presidirlo. Estados Unidos le aclaró que el gobierno de unidad no tenía nada que ver con la restitución, asunto que sería dirimido por el Congreso Nacional, tal y como lo establece el punto cinco.
Para dar cumplimiento al punto cinco, que ordena al Congreso dirimir este asunto, previa consulta con las instituciones pertinentes, se convocó para mañana miércoles 2 de diciembre.
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