El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, declaró este martes que no hay necesidad de mantener conversaciones con Occidente sobre su programa nuclear. "La cuestión nuclear de Irán se ha resuelto (...) No mantendremos conversaciones sobre este asunto. No hay necesidad de conversaciones", reiteró en declaraciones a la televisión estatal iraní (IRIB).
Ahmadineyad agregó que si el Consejo de la ONU termina imponiendo nuevas sanciones contra Irán, éstas no tendrán ningún efecto en el país, y aprovechó para advertir de que responderá a una eventual agresión del exterior. "Las sanciones no tendrán ningún efecto. Los agresores se arrepentirán de sus acciones tan pronto como pongan su dedo en el gatillo", amenazó.
Además, manifestó que Teherán no tiene la obligación de informar a la AIEA sobre sus proyectos nucleares a no ser que importe tecnología de esta naturaleza.
En su opinión, la República Islámica podría estar preparada "en una semana" para producir la gasolina que compra a otros países si el Consejo de Seguridad bloquea la importación de combustible a su territorio. Irán es el quinto mayor productor mundial de crudo, pero no dispone de demasiadas plantas de refinería y debe importar aproximadamente el 40 por ciento de la gasolina que consume. Esta situación la hace especialmente vulnerable a cierto tipo de sanciones.
A principios del presente mes, fuentes oficiales iraníes afirmaron que habían incrementado temporalmente la producción de este combustible hasta en un 30 por ciento más con el fin de demostrar a Occidente que puede hacerse cargo íntegramente de su suministro.
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Ahmadineyad agregó que si el Consejo de la ONU termina imponiendo nuevas sanciones contra Irán, éstas no tendrán ningún efecto en el país, y aprovechó para advertir de que responderá a una eventual agresión del exterior. "Las sanciones no tendrán ningún efecto. Los agresores se arrepentirán de sus acciones tan pronto como pongan su dedo en el gatillo", amenazó.
Además, manifestó que Teherán no tiene la obligación de informar a la AIEA sobre sus proyectos nucleares a no ser que importe tecnología de esta naturaleza.
En su opinión, la República Islámica podría estar preparada "en una semana" para producir la gasolina que compra a otros países si el Consejo de Seguridad bloquea la importación de combustible a su territorio. Irán es el quinto mayor productor mundial de crudo, pero no dispone de demasiadas plantas de refinería y debe importar aproximadamente el 40 por ciento de la gasolina que consume. Esta situación la hace especialmente vulnerable a cierto tipo de sanciones.
A principios del presente mes, fuentes oficiales iraníes afirmaron que habían incrementado temporalmente la producción de este combustible hasta en un 30 por ciento más con el fin de demostrar a Occidente que puede hacerse cargo íntegramente de su suministro.
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