Después de cerrar 2009 con un descenso de 3,3%, la ausencia de medidas para oxigenar la producción y una crisis eléctrica que obliga a frenar la actividad comercial e industrial, entre otras acciones decretando un extenso feriado de siete días en Semana Santa, la economía emite claras señales de que la recesión se profundizó en el primer trimestre.
El termómetro de la banca indica que la demanda de créditos se deprime y el total de préstamos se contrae 2,8% entre febrero y diciembre.
Al evaluar el comportamiento por sectores queda en evidencia que los créditos comerciales caen 6,9% en los dos primeros meses del año, el financiamiento para vehículos 3,5% y los préstamos a la manufactura y el agro siguen estancados.
La venta de automóviles hunde a fondo el freno. En enero y febrero tan solo se vendieron 16 mil 894 unidades, una magnitud que se traduce en una estrepitosa caída de 45,7% respecto al mismo período de 2009.
La reducción de puestos de trabajo aparece en el tablero. El desempleo se ubicó en 8,6% en febrero, lo que supone un incremento de 190 mil 523 desocupados respecto a igual mes del año pasado.
El consumo de energía eléctrica, de acuerdo con el alcance del Sistema Interconectado Nacional, registró una caída promedio de 4,4% en enero versus el salto de 5,7% registrado en el mismo mes de 2009.
Se trata del mayor declive interanual en el consumo de energía desde diciembre de 2003 y, además de la recesión, obedece al racionamiento que ha adoptado el Gobierno para ahorrar electricidad y evitar un colapso total en el suministro.
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