Perú pone en juego dos décadas de reformas económicas

Representantes de diversos sectores económicos analizan lo que el país ha ganado y no debe perder en los próximos cinco años. Son casi 20 años que tiene el Perú de crecimiento constante que hoy en día tendría posibilidades de estancarse o de caer a un abismo por la presencia de dos candidatos que hasta hace tres semanas ningún analista se imaginaba que podrían llegar a una segunda vuelta.

Uno de los sectores que mayor desarrollo tuvo en los últimos 10 años fue el exportador, que si bien los buenos precios internacionales de los minerales ayudaron a engrosar las cifras, la exportación no tradicional, esa que permite emplear a un gran número de peruanos, tuvo un auge importante. Así el 2010 las exportaciones superaron los US$ 35,000 millones, la cifra más alta de la historia.

Por ello el presidente de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), Alfonso García Miró, dijo que el Perú no debería perder todo este esfuerzo que le ha permitido ser un país serio, respetable y competitivo en el mundo, gracias a los Tratados de Libre Comercio que han permitido colocar en los países más desarrollados a los mejores precios, compitiendo con cierta ventaja sobre otros.

El otro tema sensible en el quehacer económico es la minería, que mostró su preocupación por propuestas como una posible inestabilidad jurídica por el cambio de la Constitución que alejaría las inversiones y el incremento de la carga tributaria que nos pondría en desventaja con países con los que competimos como Chile.

Así, el ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), José Miguel Morales, manifestó su preocupación porque el país pierda su atractivo para la inversión, que se logró con el mantenimiento de las normas y el respeto a la estabilidad jurídica.

Por su parte el presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Carlos Durand, sostuvo que está en juego el modelo económico que ha permitido este crecimiento a lo largo de los años. Sin embargo, dijo que es necesario poner énfasis en la institucionalidad porque no permite que el Estado llegue con éxito a los más pobres.

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