La buena noticia. La economía de Estados Unidos sigue creciendo, y lo
hace incluso algo más rápido. La actividad económica se expandió en el
tercer trimestre a una tasa anualizada del 2%. Es siete décimas más que
en el segundo. Hay peros. La mejora es insuficiente porque queda a mitad
de camino de lo que se vio a final de 2011 y se necesitaría crecer casi
el doble para que haya una reducción sostenida del paro y del déficit
público.
Es la primera estimación, sujeta a dos lecturas más. Wall Street anticipaba un crecimiento del 1,8%. Hay dos factores que explican esta aceleración, que contrasta con la contracción en Europa y que se anuncia a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales en EE UU. Por un lado, está un mejor comportamiento del consumo (2%). Por otro, la actividad en el sector inmobiliario (14,4%), que compensa la debilidad de la inversión privada (1,3%).
El 2%, aunque es más robusto que el registrado en el primer semestre,
es un punto porcentual más bajo que el crecimiento potencial. Es decir,
es una tasa de expansión que mantiene alejados los fantasmas de la
recesión y evitar que suba el desempleo. El dato refleja también una
aceleración en el gasto federal (9,6%) y una caída en la importaciones
(0,2%). Este repunte va acompañado de un alza en los precios vinculado
al consumo (1,8%).
El indicador muestra también puntos de vulnerabilidad, que explican que las empresas en EE UU esté adoptando una posición de “esperar a ver” en este clima de incertidumbre. En primer lugar, las exportación de productos y servicios estadounidenses cayeron (1,6%) en el trimestre, frente a un robusto incremento (5,3%) en el precedente. En segundo lugar, es un nivel de crecimiento muy bajo para contener el impacto del conocido como “abismo fiscal”.
Es la primera estimación, sujeta a dos lecturas más. Wall Street anticipaba un crecimiento del 1,8%. Hay dos factores que explican esta aceleración, que contrasta con la contracción en Europa y que se anuncia a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales en EE UU. Por un lado, está un mejor comportamiento del consumo (2%). Por otro, la actividad en el sector inmobiliario (14,4%), que compensa la debilidad de la inversión privada (1,3%).
El indicador muestra vulnerabilidad, que explica
que las empresas en EE UU esté adoptando una posición de “esperar a
ver” en este clima de incertidumbre
El indicador muestra también puntos de vulnerabilidad, que explican que las empresas en EE UU esté adoptando una posición de “esperar a ver” en este clima de incertidumbre. En primer lugar, las exportación de productos y servicios estadounidenses cayeron (1,6%) en el trimestre, frente a un robusto incremento (5,3%) en el precedente. En segundo lugar, es un nivel de crecimiento muy bajo para contener el impacto del conocido como “abismo fiscal”.
Fuente. DIARIO EL PAÍS DE ESPAÑA
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