En medio de las fuertes protestas registradas en Neuquén y los embates judiciales para que exhiba la letra chica de lo firmado, el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio salió ayer a defender el pacto estratégico con la multinacional Chevron.
Tras asegurar que “no hay cláusulas secretas” en el acuerdo para explotar los hidrocarburos no convencionales, Galuccio sostuvo que no puede darlo a conocer en su totalidad porque existen “condiciones de confidencialidad y privacidad destinadas a proteger las inversiones de dos empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York”. Fue un día después de negar a la Justicia una copia del mismo convenio.
Justificó la firma del convenio en “la necesidad de buscar soluciones para enfrentar el serio problema que representan las crecientes importaciones de combustibles ”. “En Argentina tenemos un déficit energético que es serio”, precisó Tras recordar que las compras externas treparon en 2012 a US$ 9.300 millones, Galuccio destacó que “los recursos no convenciales representan una gran oportunidad histórica para dejar de ser importador de energía”.
Luego de indicar que el convenio con Chevron entrará en vigencia a partir de hoy con la publicación en el Boletín Oficial, el titular de YPF precisó que se trata de un proyecto para perforar 100 pozos de shale oil, con una inversión inicial de US$ 1.240 millones.
El miércoles, la jueza federal Liliana Heiland ordenó a YPF entregarle una copia del contrato con Chevron. Fue en el marco del juicio iniciado por un grupo minoritario de accionistas de Repsol –la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas–, que reclaman una indemnización por la expropiación de la petrolera. Los abogados de YPF dijeron que la información requerida es “privada”. Y sostuvieron que incluye “secretos industriales y comerciales”,negándose a entregar dicho convenio.
Según explicó ayer Galuccio, en los próximos 12 meses, Chevron efectuará un desembolso de US$ 1.240 millones. Una vez que se alcance el nivel de perforación inicial, Chevron podrá decidir si se retira o sigue adelante con el desarrollo masivo de otros 1.500 pozos que implicarán una inversión conjunta de US$ 15.000 millones.
Por su parte, Moshiri destacó que “la estrategia llevada adelante por el país para lograr su independencia energética es la correcta y este acuerdo es muy transparente y beneficioso tanto para los argentinos, como los accionistas de las dos empresas”.
Galuccio salió a contrarrestar las principales críticas ambientales y económicas al acuerdo. Tras calificar a esos cuestionamientos como “mitos”, aseguró que: — La estimulación hidráulica no genera riesgos de contaminación de las napas, ni afecta el abastecimiento de agua. En Neuquén se utilizará solo el 0,1% del caudal de los ríos, dijo.
- “No se usarán químicos peligrosos”. Solo se utilizarán, añadió, aditivos en muy bajas concentraciones como las que se encuentran en helados, quesos y bebidas.
— Para cubrir el total de la inversión, Chevron ingresará los dólares por el mercado único de cambios.
— No hay garantías de precios para Chevron, su inversión será totalmente a riesgo y solo se repagará con el 50% de las utilidades, dijo.
— El acuerdo se rige por las leyes de Nueva York y Argentina y en caso de arbitraje será en París.
— YPF no depositará ningún dólar como garantía en el exterior, aseguró.
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