Así salió hoy a circular el vespertino La Segunda, con el buen rendimiento de la Bolsa de Santiago. Un buen comienzo de año tuvo la Bolsa de Comercio de Santiago. A pesar de presentar durante la jornada de hoy un comportamiento más bien plano, el mercado local acumula una rentabilidad cercana a 10%, transformándose de esta manera en la segunda plaza bursátil más rentable de América. El Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA) cerró con un alza de 0,07% a 2.057,34 puntos, acumulando durante el primer semestre una rentabilidad de 10% (medida en pesos locales).En tanto, el indicador general IGPA no presentó variación y quedó en 9.522,79 puntos. En el año, este índice ha rentado 6,6%. El Inter 10, que mide el desempeño local de los títulos que se cotizan en ADR (American Depositary Receipts) en Nueva York, y que son un importante componente del IPSA, cerró con una baja de 0,18% y quedó en 120,46 puntos. El monto transado durante la jornada ascendió a $45.697 millones.
Nota en portada que trae el diario 
Al margen de valoraciones personales, poco se asemeja la propuesta de Childs a la de su colega Libeskind, autor entre otros edificios del Museo Judío de Berlín. De su proyecto inicial sólo se ha respetado la altura de la torre, que se elevará 540 metros sobre el corazón financiero de la Gran Manzana, lo que en el sistema de medidas estadounidense se transforma en 1.776 pies, un homenaje al año de la independencia de ese país. La Torre de la Libertad (Freedom Tower) tendrá más similitudes con las Torres Gemelas del World Trade Center destruidas el 11 de septiembre de lo que estaba previsto hasta ahora. Se resaltará más claramente el carácter del rascacielos como símbolo de la resistencia contra el terrorismo, informó hoy el diario The New York Times. 
En la parte inferior del rascacielos, que el arquitecto David M. Childs describe ahora como una imponente "columna triunfal", las medidas de protección contra atentados con bomba se reforzaron considerablemente. Los planos de la Torre de la Libertad, que fueron completamente revisados y a cuyos detalles tuvo acceso el periódico, fueron presentados hoy oficialmente por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Del diseño original del arquitecto Daniel Libeskind quedaron "sólo algunos pocos elementos". Entre ellos, la altura simbólica de 1.776 pies (541,32 metros) con la que se recuerda la declaración de la independencia de Estados Unidos el 4 de julio de 1776. La torre, cuando sea completada en 2009, será la estructura más alta del mundo, se informó. En la actualidad, el edificio más alto es el llamado Taipei 101, en Taiwán, que tiene 509 metros de altura. "La torre ayudará a restaurar y recuperar la imagen de la ciudad. Tendrá 1.776 pies y un rayo de luz que simbolizará nuestra libertad", dijo el gobernador del Estado de Nueva York, George Pataki. El diseño de la nueva torre, presentado en forma de video, muestra una base cuadrada más grande que el paralelograma diseñado originalmente por Libeskind. Asimismo, la base estará más alejada de la calle para prevenir posibles atentados con coches bomba. El departamento de Policía aconsejó una distancia de por lo menos 20 metros de la autopista que cruza el sur de Manhattan. Otros cambios fueron realizados en el edificio, el cual contará con una plataforma a 411 metros de altura para que los visitantes disfruten las vistas panorámicas, y el inicio de su contrucción está programado para el año próximo. Childs explicó al Times que el nuevo diseño es uno de los raros casos en el que "nuevo significa al mismo tiempo mejor". "El edificio es arquitectónicamente más simple. Es único y recuerda de manera sutil la tragedia que ocurrió en este lugar", afirmó. Todavía no se aclaró cuánto se incrementará a causa del nuevo diseño el actual presupuesto de 1.500 millones de dólares para la edificación. Las Torres Gemelas originales tenían 110 pisos de altura y fueron destruidas por dos aviones secuestrados por terroristas el 11 de septiembre de 2001, ocasionando la muerte de 2.749 personas. 
Los precios del petróleo subieron a un nuevo nivel récord de cierre ayer. El precio del barril ligero que se tranza en Nueva York, el que es la referencia para determinar los precios de los combustibles en nuestro país, cerró en 59 dólares con 84 centavos, el nivel más alto de su historia. Los impactos que puede tener en la economía mundial y local en el análisis de Libardo Buitrago. El alto precio del crudo de petróleo se explica por tres razones básicas: mayor demanda del energético, el mercado está siendo sacudido por fuertes oscilaciones y por una gran actividad especulativa, que está llevando a proyectar incluso que el precio podría alcanzar en el mediano plazo valores de 70 u 80 dólares el barril. A lo anterior, se debe agregar las expectativas de un mayor consumo en el segundo semestre, unido a la escasa capacidad de los países exportadores de incrementar su producción. Se debe sumar el factor adicional del voraz ánimo comprador de los fondos de inversión, que encontraron en la tendencia alcista del mercado de materias primas una vía para obtener rápidos beneficios. La creciente demanda en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de petróleo, las compras de China y la India, amenaza con seguir presionando a los inventarios de crudo y a la muy ajustada capacidad de refinamiento cuando llegue el invierno –la época de mayor consumo- al hemisferio norte. Y el temor de que eso ocurra es lo que provoca que el crudo suba. En los niveles actuales, el petróleo acumula una subida del 38% desde que comenzó el año, lo que demuestra, que los precios siguen sin afectar a la demanda global. Y dado que la oferta no puede aumentar en suficiente medida, lo que exige la demanda hace proyectar que los precios seguirán siendo altos. La semana que culmina mostró como esta presión se traduce en precio récord de 59,84 dólares, al persistir la inquietud en torno a una posible escasez de oferta frente al fuerte ritmo de demanda en Estados Unidos. Por su parte, el crudo Brent, de referencia en Europa, ha registrado un nuevo récord en el mercado de futuros de Londres al cerrar en 58,36 dólares el barril. En este contexto de endeudamiento monstruoso de los principales países desarrollados, baja del dólar, la subida del precio de las materias primas, y sobre todo del petróleo, está reactivando el fantasma de la inflación, un fenómeno que hizo grandes estragos en la economía mundial en los años 70. 
En sus últimas previsiones, el FMI mantiene sin cambios sus expectativas de crecimiento mundial en el 4,3% para este año, aunque menciona que la subida de los precios del petróleo presenta un creciente riesgo para la economía mundial. Por cierto que cada vez que sube el precio del crudo, su impacto nos llega directamente a nuestros bolsillos porque las bencinas, suben. La atención debe estar centrada en seguir la evolución del precio, que de mantenerse al alza podría afectar negativamente el crecimiento económico mundial y local.
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