La región aguarda con recelo sus efectos luego de la estela de muerte y destrucción que dejaron los ciclones en 2005. La temporada comienza oficialmente el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, en medio de pronósticos de que la cuenca del océano Atlántico norte ha entrado en un periodo de intensa actividad ciclónica que podría durar de diez a 20 años. Nueve de las 17 tormentas pronosticadas podrían volverse huracanes. No obstante, los meteorólogos vaticinan que en 2006 la temporada de huracanes será menos intensa que la anterior y pronostican la formación de 17 tormentas tropicales, de las cuales nueve pueden transformarse en huracanes y cinco serían "mayores", con vientos superiores a los 178 kilómetros por hora. "Se ve bastante activa aunque no tanto como la pasada. Pero el movimiento estará muy por encima del promedio, que es de diez tormentas, y de éstas, seis convirtiéndose en huracanes", dijo a Efe Robert García, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes de Miami (E.U.).
2005, la temporada más turbulenta
En 2005 se registró la temporada más turbulenta en el Atlántico norte desde que se tienen registros históricos (mediados del siglo XIX) con la formación de 28 tormentas, de las cuales quince fueron huracanes, y de ellos siete alcanzaron las categorías 3, 4 y 5, las máximas en la escala de intensidad Saffir-Simpson. Más de 3.000 muertos y pérdidas por unos 100.000 millones de dólares ocasionaron los ciclones en una temporada considerada también como la más destructiva de la historia de E.U. Después de ese funesto periodo, el pronóstico de otro de gran movimiento ciclónico mantiene en vilo a millones de personas que residen en la ruta de los huracanes.
Florida (E.U.) todavía padece las consecuencias
En especial el estado de Florida, donde todavía hay miles de residentes con casas sin techo por la furia del huracán "Wilma", en octubre pasado. Otros están abrumados por los elevados costes de las reparaciones de sus viviendas. Max Mayfield, director del CNH, ha comentado que en Florida hay "fatiga de huracanes", debido a que ocho ciclones han impactado este estado en los dos últimos años.
Planes de contingencia
Pese al cansancio, el sector empresarial comenzó a probar sus planes de contingencia y algunas cadenas de supermercados ha incorporados generadores eléctricos autónomos para evitar quedar a oscuras más de tres semanas, como la pasada temporada. El Gobierno, por su parte, ha suspendido por varios días los impuestos sobre los artículos requeridos para afrontar el paso de un huracán. "Se siente esa ansiedad de que la temporada está por comenzar y que de nuevo pasaremos por lo ocurrido en los dos últimos años. Sin embargo, todo el mundo se tiene que preparar, incluso la parte norte de Colombia, de Venezuela y el área de Panamá", expresó García.
Al menos un ciclón tocaría la costa de E.U.
Los planes de preparación son fundamentales y más aún cuando el meteorólogo estadounidense William Gray y su equipo de expertos de la Universidad de Colorado han pronosticado que hay un 81 por ciento de probabilidades de que al menos un ciclón de categoría 3, 4 ó 5 impacte las áreas costeras de E.U. Para la costa este del país, incluyendo a Florida, existe un 64 por ciento de probabilidades. Mientras que para la costa del golfo de México, desde el oeste del Panhandle (Florida) hasta Brownsville (Texas), incluyendo a las zonas costeras de Alabama, Misisipi y Luisiana, estados arrasados por el mortífero huracán "Katrina" el año pasado, la probabilidad es del 47 por ciento.
Causas
En la formación de más huracanes en el Atlántico norte influye la elevada temperatura de las aguas, que el año pasado fue de dos a tres grados más alta que la normal, y otros cambios atmosféricos como la presión barométrica, la humedad y la cantidad de lluvias que se producen en África. Otro de los factores que incide es la presencia del fenómeno climático conocido como "La Niña", pero este año los científicos han observado que se debilita. Los meteorólogos afirman que el aumento en el número y la intensidad de los huracanes es parte de una fase de hiperactividad ciclónica del Atlántico norte. "Los últimos estudios indican que nos encontramos en un ciclo de gran intensidad y que posiblemente permanezcamos ahí en los próximos diez a 20 años", ha informado Maxfield. En ello coincide Gray, conocido como el "gurú de los huracanes". "Este ciclo es muy parecido al que tuvimos en los años treinta y que duró hasta los sesenta, cuando se formaron tormentas de gran tamaño", ha dicho. El "gurú" ha excluido que el calentamiento global sea el causante de las intensas temporadas ciclónicas.