Nadie, ni el Gobierno ni los más pesimistas, duda que el domingo ganará el Sí por un muy amplio margen. La última encuesta realizada por la empresa Captura Consulting para la red Usted Decide, arroja como resultado que un 71% del electorado se inclina por el Sí, 11% por el No, 8% por blancos y nulos y un 10% aún no sabe qué opción elegirá. Y los resultados se han mantenido relativamente estables en las tres mediciones realizadas en el último mes. El Sí ha bajado un 2% entre la primera y última medición, el No ha aumentado 1%, al igual que los blancos y nulos, y los indecisos bajaron un 1%. Es por ello que se considera al público electoral cruceño como ‘un mercado de opinión estable’. Para Carlos Dabdoub, secretario de Autonomía de la Prefectura de Santa Cruz, más allá de los resultados, el 4 de mayo significará mucho para la historia nacional, “como también el Sí mayoritario va a significar la conclusión del Estado centralista y el inicio de una Bolivia autonómica, por eso el voto del 4 de mayo yo diría que es uno de los votos más importantes en la historia democrática de los últimos 25 años que ha tenido el país”, dijo.
Sin embargo, aunque la Ley del Referéndum indica que el Sí sólo debe obtener un voto más que el No para que la propuesta sea dada como aceptada, los analistas advierten que la cantidad de votos obtenidos en la consulta, la cantidad de participación y su correlación con el referéndum autonómico del 2 de julio de 2006 valdrán oro.
Y los que mejor provecho le sacarán serán los del Gobierno, advierte el politólogo Carlos Cordero, que incluso arriesga a pronosticar no sólo reacciones gubernamentales, sino frases. Asegura que lo primero que observarán será la cantidad de votantes. El padrón electoral cruceño supera los 900.000 electores, con una crecida de más de 100.000 inscritos respecto al último sufragio. Según Cordero, esto será aprovechado por el Gobierno para ‘denunciar’ un padrón ‘inflado’. El analista explica que tener tantos inscritos es peligroso, porque obliga a un esfuerzo grande para conseguir llevar a las urnas a los ciudadanos y que no haya un ausentismo considerable. Pero para Cordero lo más importante será saber si el Sí consigue más de 600.000 votos a favor, para tener una legitimidad tan grande que nadie pueda cuestionarla.
En realidad, lo que dice Cordero ya fue advertido por el Gobierno. Seguro de la victoria amplia del Sí, el vicepresidente, Álvaro García Linera lanzó un desafío similar al ‘modelo’ de referéndum revocatorio propuesto hace unos meses: que esta consulta obtenga un voto más que los que tuvo el Sí el 2 de julio de 2006. Cordero explica que la clave de ello se encontrará en el 10% que aún no ha definido cómo votará. Tradicionalmente, el voto de los indecisos se ubica en las clases medias y altas de la sociedad y que se encuentra muy expuesta a la información.
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