Al menos
diez personas han muerto este martes en
el terremoto de 5,8 grados que ha sacudido la
región de Emilia Romagna, en el
norte de Italia, en la misma zona donde el pasado 20 de mayo se produjo un
temblor que causó siete muertos, una cincuentena de heridos y unos 5.000 desplazados. El seísmo de hoy ha provocado el
derrumbe de edificios y naves industriales, según han informado fuentes de los Carabineros.
Daños en un almacén en
la localidad de San Felice sul Panaro, donde han muerto tres
trabajadores a consecuencia del terremoto que ha sacudido el norte de
Italia. ELISABETTA BARACCHI | EFE
Vecinos de Módena,
frente a la iglesia Voto, después del terremoto que ha sacudido este
martes el norte de Italia. ELISABETTA BARACCHI | EFE
El temblor se ha sentido en todo el país y las zonas más afectadas son Medolla, Mirandola y Finale Emilia, donde hay personas atrapadas entre
los escombros de los edificios que se han derrumbado, según la
Prefectura de la provincia de Módena, citada por la agencia de noticias
AGI. Los bomberos están tratando de encontrar a posibles supervivientes, pero su labor es complicada porque aún se están produciendo derrumbes. En la zona de Módena se están evacuando algunos edificios públicos, como colegios y hospitales.
Según ha avanzado el alcalde de la localidad de San Felice sul Panaro, Alberto Silvestri, tres trabajadores --un
marroquí, un italiano y un indio-- han muerto en este municipio tras el
derrumbe de la empresa de construcción Meta. En la zona industrial de
esta localidad se han desplomado otras dos naves y los bomberos están
trabajando para comprobar si hay más personas atrapadas entre los
escombros.
En Mirandola se han producido dos víctimas mortales al
derrumbarse una nave industrial, mientras que en Concordia un anciano
murió al ser golpeado por una cornisa, otras dos personas fallecieron en
Finale Emilia y en Cavezzo, así como el párroco de Rovereto di Novi.
La situación es "muy grave"
El
alcalde de Concordia, Carlo Marchini, ha explicado al canal de
televisión Skytg24 que en esa localidad se han desplomado edificios, hay
numerosos heridos y la "situación es muy grave".
El temblor tuvo su epicentro en la provincia de Módena,
en la región de Emilia Romagna, en la misma zona en la que ya se
produjo el terremoto del pasado 20 de mayo, que causó siete muertos,
unos cincuenta heridos y más de 5.000 evacuados. Fuentes del Instituto
de Geofísica confirmaron que la magnitud del seísmo fue sobre los 5,7 y
5,8 grados en la escala de Richter y a una profundidad de 10 kilómetros, muy parecido al temblor de 5,9 del pasado 20 de mayo, aunque de menor duración.
A este terremoto le han seguido varias réplicas de
menor magnitud, la última sobre las 11.45 horas fue de 4,2 grados en la
escala Richter y con epicentro en la localidad de Mirandola.
Nuevos daños a edificios históricos
El temblor también ha causado nuevos daños en edificios históricos e
iglesias de las zonas afectadas por el pasado temblor. Los medios
italianos informan del derrumbe de la torre de San Felice sul Panaro y
de la basílica de San Francisco en Mirandola y otras iglesias de la zona.
Además
de Emilia Romagna, el seísmo fue sentido en todo el norte y centro del
país, en las regiones de Génova, Lombardía, Piamonte, Veneto y Toscana y
numerosos edificios públicos fueron desalojados como medida de
precaución en ciudades como Milán, Bolonia y Florencia.
Ferrocarriles del Estado ha informado de que se han suspendido la circulación en varías líneas ferroviarias en la región para comprobar posibles daños.
El presidente del Gobierno italiano, el tecnócrata Mario Monti,
ha comparecido ante los periodistas tras el seísmo para garantizar que
"se hará todo lo posible y lo antes posible" para llevar ayuda a los
ciudadanos. El Gobierno tiene previsto comparecer a las 17.00 horas ante
el Parlamento para dar nuevos detalles de lo ocurrido.